El exceso de información, las modas y las falsas creencias, han ocasionado que con mayor frecuencia los mitos relacionados con la nutrición provoquen problemas de salud en las personas. Francisco Herrera Morales, nutricionista de Dos Pinos, señala que estos mitos perjudican a las personas, ya que tienden a restrigir erróneamente alimentos que aportan nutrientes fundamentales.
Según el experto, los 10 mitos más comunes son:
Mito 1. Los carbohidratos engordan
Mito 2. Comer frutas después de las 6:00 p.m. engorda
Ambos mitos son falsos ya que, según el nutricionista, ningún alimento engorda por sí solo ni mucho menos comer fruta después de la 6:00 p.m. engorda.
“Existen aspectos más importantes, que debemos considerar como el tamaño de la porción, la calidad de los alimentos. Es decir, estos temas influyen más en nuestro estado nutricional que clasificar un alimento como bueno o malo o el que engorda o el que no”, explica el experto.
Mito 3. Comer huevo aumenta el colesterol
Falso: Una de las creencias más arraigadas es que el consumo de yema de huevo aumenta el colesterol en la sangre, pero gracias a la evidencia científica se sabe que esto no es así y que el consumo de huevos enteros no aumenta el colesterol.
Según Herrera Morales, una persona puede comer más de un huevo al día, ya que la yema de huevo además de colesterol aporta aminoácidos, vitaminas liposolubles y vitaminas del complejo B. También posee colina y luteína y otras sustancias beneficiosas para nuestro cuerpo. El experto dice que más bien lo que se debe evaluar son las fuentes de grasa en la alimentación.
Mito 4. Los alimentos light son cero calorías
Mito 5. Puedo comer todo lo que quiera porque son comidas light
Falso: El nutricionista explica que “light” significa que el producto tiene alrededor de un 25 por ciento menos de algún nutriente, ya sean grasas o incluso sodio, que el producto original. “Para que un alimento sea light debe existir una versión original de esa marca, en la misma categoría; sin embargo, que en un alimento indique que es light, no representa que sea mejor”, detalla.
Mito 6. La leche cruda es mejor y más nutritiva
Falso: La leche cruda es un alimento al cual le pueden crecer microorganismos patógenos con facilidad; por eso, los procesos de pasteurización y ultrapasteurización son esenciales para eliminar los microorganismos patógenos y ofrecer a la población un alimento inocuo, seguro y que mantenga la calidad nutricional.
Mito 7. “La bebida de almendras” es más saludable que la de leche vaca
Falso: La bebida de almendras que comúnmente llaman “leche de almendras”, tiene un menor aporte nutricional que la leche de vaca, la cual posee cerca de ocho gramos de proteína por taza, mientras que la bebida de almendras tiene de uno a dos gramos por taza. Según Herrera Morales, aunque el valor nutricional de las bebidas vegetales puede variar, muchas tienen ingredientes adicionales como azúcares añadidos. Asimismo, la biodisponibilidad y el aporte de calcio de la leche de vaca es mucho mayor que en la bebida de almendras.
Mito 8. Una persona tiene que ser delgada para estar sana
Falso: El experto sostiene que visualmente no se puede determinar si una persona está sana o no, ya que se incurriría en el error de juzgar por el aspecto físico y la salud va más allá de solo la apariencia. Asegura que como profesionales de salud deben tener una visión más integral y evaluar las múltiples aristas para determinar el grado de salud.
Mito 9. Es mejor comer alimentos sin gluten
Falso: El gluten es una proteína que se encuentra en ciertos cereales como el trigo, avena, cebada y centeno. Existen personas que les causa malestar debido a intolerancias o alergias a esta proteína y por ello deben de eliminar su consumo. Pese a ello, el nutricionista indica que las personas que no padecen de estas intolerancias o alergias pueden consumir alimentos con gluten sin ningún problema.
Mito 10. Cuando haces dieta tienes que pasar hambre para que funcione
Falso: De acuerdo con el especialista, cuando queremos mejorar nuestros hábitos alimentarios o nuestro estado nutricional, en muchas ocasiones se piensa que la persona tiene que pasar hambre para que funcione y al contrario, se trata de consumir los nutrientes que nuestro cuerpo necesita, incluir proteínas y alimentos fuente de fibra para sentir esa saciedad y no pasar hambre.
Para Herrera Morales, es de suma importancia crear conciencia acerca de los perjuicios que puede causar el apegarse a este tipo de creencias y mitos, ya que se crean limitaciones innecesarias relacionadas con los nutrientes indispensables para gozar de una buena salud; por ello, ante dudas, desinformación o exceso de esta, lo más recomendable es buscar ayuda profesional, con el fin de evitar problemas en la salud.
Fuente. Dos Pinos