Panamá. Frente a los impactos de la inflación global, acrecentados por la guerra entre Rusia y Ucrania, los países de la región centroamericana adoptaron diversas medidas que involucraron “políticas que en promedio representan un costo fiscal de 1,2% del PIB”, adaptadas por los gobiernos para paliar los efectos de la crisis.
República Dominicana y Guatemala reaccionaron con una amplia gama de medidas, mientras que en Nicaragua, Belice, Costa Rica, Honduras y Panamá las respuestas fueron más acotadas, esto según detalla el informe ‘Panorama y perspectivas de la seguridad alimentaria en Centroamérica, Panamá, República Dominicana, México y Haití’, que elaboró el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En el resumen por países, el BID explicó que Panamá implementó diversas medidas como el apoyo temporal a los productores de arroz para garantizar la cosecha del ciclo agrícola 2022-2023, donde le reconoció a los productores de arroz $8,50 por cada quintal (húmedo y sucio) cosechado como un apoyo transitorio y no prorrogable.
Las variaciones de los mercados del combustible y los alimentos, derivadas del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, ocasionaron en el país una serie de protestas sociales, desde mayo, que determinaron la acción del gobierno de crear una mesa de diálogo con los principales actores sociales que lideraban dichas protestas para negociar, entre otras cosas, una serie de medidas para reducir los costos de la canasta básica, energía y combustibles.
Durante ese proceso se implementaron distintas medidas a productos alimenticios y de higiene personal, se incluyeron productos adicionales a la canasta básica de alimentos del programa de control de precios, un subsidio al consumo de 36 productos nacionales que fueron comprados por el gobierno a productores y vendidos con un 25% de descuento, y se fijó un límite máximo al margen de comercialización minorista de 17 productos, que está entre 15% o 20% (dependiendo del tipo de producto).
Cada una de estas medidas representa aproximadamente un tercio del consumo total de los hogares en la canasta básica.
Como Panamá, en los países de Centroamérica hubo ciertas similitudes en las políticas implementadas, como fue el congelamiento de precios y los subsidios; el apoyo directo, tanto monetario como en especie, al sector agrícola para estimular la producción local; los recortes a los impuestos principalmente los aranceles a la importación de productos específicos de la canasta alimentaria, así como reducciones en los impuestos indirectos, especialmente selectivos a los combustibles.
El apoyo a los hogares en la forma de bonos y transferencias monetarias que se dieron en su mayor parte no condicionadas, bajo los programas de seguridad social existentes o a través del otorgamiento de bonos extraordinarios.
A pesar del costo fiscal, el BID consideró que, en general, las medidas adoptadas por los países de Centroamérica tuvieron carácter compensatorio y hasta el momento no han tenido mayor impacto en la inflación de los alimentos.
En su estudio plantea que se requieren acciones de corto y largo plazo para garantizar el acceso y el abastecimiento sostenido de alimentos de adecuada calidad.
Fuente: La Estrella de Panamá.