El comercio ha globalizado su actuación hasta cotas impensables en apenas décadas. Actualmente, a cualquier rincón del mundo llegan productos de zonas lejanas gracias a las rutas comerciales que hoy se han establecido en medio planeta.
Actualmente se puede hablar de tres rutas principales que parten desde países asiáticos y que no solamente traen productos que sean de producción propia sino de las fábricas deslocalizadas que se fueron instaurando allí por los costes de mano de obra y producción y que responden a marcas occidentales.
Mientras que el transporte marítimo era la vía más ágil para movilizar los productos, cada vez son más las opciones que se definen por la vía terrestre en vista de las dificultades que están teniendo los puertos para poder ponerse al día del atasco que generó no solo el coronavirus sino las restricciones de tráfico marítimo o incluso los problemas en los canales que dejaron cientos de miles de contenedores estancados.
“El comercio y su transporte por vía terrestre es el que ha salvado sin duda la cadena de suministro principal en los supermercados, pero también otros productos que, no siendo de primera necesidad, han visto cómo se ha demorado su entrega. Materias primas, productos de manufactura asiática o incluso suministros tecnológicos han quedado estancados en puertos obligando a volver a deslocalizar las fábricas y llevarlas más cerca de sus destinos finales” explican desde el sector.
También ha tenido mucho que ver en este desarrollo de las rutas terrestres el esfuerzo de muchas compañías por aprovechar la digitalización e implementar las soluciones tecnológicas de última generación en sus flotas como los sistemas de seguimiento o las cámaras para autos o camiones.
Tal como explica Samsara, “el poder dar un seguimiento real a las cabinas y cargas está siendo clave para que aún más se confíe en este tipo de rutas comerciales. El hecho de poder rastrear vía gps los vehículos permite garantizar un mínimo riesgo de pérdida patrimonial por incidentes en la carretera”.
¿Cuáles son las rutas terrestres más habituales?
Desde que se empezaran a levantar las restricciones tras la pandemia cada vez se ha normalizado más la ruta que lleva desde Asia hacia Europa y viceversa.
Si es cierto que, por ejemplo, Europa ha sentido la rotura de stock y la falta de estabilidad de la cadena de suministro como un hándicap a superar y por ello ha tratado de volver a activar la producción en su propio continente en busca de evitar la alta dependencia de la manufactura en China u otros países en vías de desarrollo asiáticos.
América, por ejemplo, es un claro ejemplo del buen funcionamiento de las rutas terrestres que comunican el cono sur con Norteamérica gracias al esfuerzo de México por crear una estructura también de hubs logísticos en los que almacenar y gestionar los pedidos de toda Latinoamérica con destino a Estados Unidos o Canadá.
El rastreo gps, el mandato ELD, el uso de Inteligencia Artificial y la automatización de procesos está sirviendo no solo para poner el transporte terrestre a la cabeza sino, sobre todo, para hacer que las empresas optimicen sus procesos y saquen partido de un sistema comercial global que está lejos de quedar obsoleto.
Fuente. Periódico Digital Centroamericano y del Caribe