La retinopatía diabética es una enfermedad visual que se presenta en las personas diabéticas usualmente varios años después de haber iniciado síntomas, su detección temprana depende de un diagnóstico oportuno de diabetes y un adecuado control oftalmológico. Esta enfermedad afecta de manera directa la retina del ojo causando alteraciones en la vista.
La retinopatía diabética es la causa número uno de ceguera y discapacidad visual en la población económicamente activa del país. Desde luego, se necesita ser diabético para presentar esta condición. Se estima que el 25% de la población diabética, mayor de 50 años, presenta algún grado de retinopatía diabética.
Las personas con esta condición pueden presentar dilataciones pequeñas de los vasos retinianos (micro aneurismas), hasta sangrados pequeños en la retina y en casos más severos formación de nuevos vasos (forma proliferativa), esta forma de presentación de la enfermedad amenaza la visión, el contenido de los microvasos sanguíneos de la retina puede fugarse y crear edema en el tejido o sangrado en la cavidad lo cual afecta la capacidad visual de la persona.
Estas afectaciones visuales pueden modificar la forma en la que se ven los objetos, además, puede haber alteración de la imagen creando puntos ciegos o defectos en el campo visual.
“Algunas personas con diabetes y que tienen retinopatía diabética pueden ver perfectamente normal; ser asintomáticos si la afectación que tienen es mínima o es periférica, Si no hay algo que obstaculice el eje visual esta enfermedad puede pasar desapercibida”, comentó el retinólogo del Hospital Metropolitano, el Dr. Róger Acevedo.
Sin embargo, el riesgo que corren estas personas está en que pueden desarrollar un nivel muy avanzado de retinopatía sin darse cuenta, provocando que, al notar sus primeros fallos visuales, ya se trate de una condición muy avanzada y más difícil de tratar, según explicó el médico.
Algunos de los signos o síntomas que pueden alertarle de que podría padecer de esta enfermedad son:
- Pérdida en la calidad visual o una baja visual en una persona diabética. Una persona diabética, aunque tenga su diabetes controlada es importante que asista a citas recurrentes con un oftalmólogo o mejor aún un retinólogo (oftalmólogo sub especialista en retina) para evaluar la condición de su retina.
- Si nota diferencias entre la calidad visual entre un ojo y el otro.
- Si observa puntos que “flotan” dentro su campo visual.
- Puntos ciegos o puntos negros en el campo visual.
- Distorsión en la imagen de objetos (metamorfopsia), que es cuando la persona ve onduladas las líneas rectas. Esta es otra señal de que puede presentar retinopatía diabética con compromiso del centro retiniano o mácula.
Para el doctor Acevedo, como subespecialista en retina y vítreo, esta es una condición que se puede prevenir en algunos casos y tratar aún en estadíos avanzados, por lo cual es importante que:
- Toda persona diabética se realice una valoración de fondo de ojo como mínimo cada año.
- Las personas que ya tienen alteraciones por diabetes en su retina se les recomienda realizar sus valoraciones cada seis meses o tres meses según su condición por un oftalmólogo o de preferencia un retinólogo (oftalmólogo subespecialista en retina y vítreo).
- Si ya existe presencia de vasos que sangran dentro del ojo (neovasos) es probable que se indique la realización de tratamiento con láser en la retina, lo cual ha demostrado una disminución en un 50% de la probabilidad de presentar discapacidad visual grave.
- Cuando ya existe un deterioro visual más severo es probable que se le indique tratamiento con medicamentos que deben inyectarse directamente en el ojo o se liberan de forma prolongada con la ayuda de dispositivos implantables dentro del ojo, o deba someterse a cirugía de retina.
Es importante recordar que algunos de los daños que causa la retinopatía diabética son reversibles y otros no lo son, es por eso que es importante que consulten con un especialista para prevenir un deterioro visual del que no haya marcha atrás.
Fuente. Hospital Metropolitano