La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado a la osteoporosis como una de las epidemias de este siglo.
La osteoporosis se caracteriza por ser una excesiva desmineralización de los huesos. En general, la reducción en el contenido de calcio de los huesos se ha considerado como un proceso normal de envejecimiento, sin embargo, la pérdida de densidad ósea en las mujeres postmenopáusicas de los países industrializados es particularmente acelerada.
El calcio se deposita en los huesos aproximadamente hasta los 35 años, es por eso que es importante, desde las primeras etapas de la vida, mantener un buen aporte de este nutriente en nuestro cuerpo ya que en la tercera edad el funcionamiento del calcio en el cuerpo es diferente: ya no se almacena, sino que se utiliza.
En 2019 el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) publicó la guía: “Manejo clínico de la osteoporosis”, en la que explica que el requerimiento necesario de calcio para personas mayores de 50 años es de 1,200 mg y 450 mg de vitamina D, que pueden encontrarse en alimentos de consumo diario, principalmente en los lácteos como leche, queso y yogurt.
Recomiendan también beber dos vasos de leche al día o bien un vaso de leche y un derivado lácteo, así como otros alimentos ricos en calcio. Entre mayor sea el consumo de alimentos fuente de calcio, mayor será su retención, hasta que alcanza el umbral necesario de la persona. Enfatizan también la importancia de realizar ejercicios físicos.
Otro de los factores que influye en la osteoporosis es el sedentarismo, la falta de actividad física se ha incrementado cada vez más y, según la Organización Mundial de la Salud, OMS, 4 de cada 10 niños hacen el ejercicio diario recomendado y los smartphones y pantallas ocupan gran parte del tiempo.
Es importante recalcar que una alimentación saludable que incluya lácteos y un estilo de vida activo favorece a la comunicación cruzada entre los tejidos óseo muscular y adiposo, y se traduce en una mejor condición física, incremento de masa muscular, disminución de masa grasa y aumento de vitamina D.
En los últimos años la leche de vaca ha sido tema de varias investigaciones, debido a su alto contenido de calcio, nutriente importante por su papel en la prevención de osteoporosis y por la disminución del riesgo de fracturas.
Francisco Herrera Morales, nutricionista de la Cooperativa Dos Pinos, menciona que “la leche es un alimento que es clasificado como completo nutricionalmente por su densidad de nutrientes, además es valorado por su proteína de alto valor biológico, aporte de fósforo, magnesio y vitaminas A y D”.
Por todo lo anterior, el consumo de al menos 3 lácteos al día, junto a una dieta balanceada y una buena actividad física de al menos 30 minutos al día, podría ayudar en la prevención de la osteoporosis, y en caso de padecerla ofrece un aporte idóneo de calcio para evitar fracturas y otras complicaciones.
Fuente. Periódico Digital Centroamericano y del Caribe