Honduras. El Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó la visita en Honduras sin llegar a un acuerdo, en el marco de la misión del Artículo IV correspondiente al año 2023, que durante las últimas dos semanas revisó el comportamiento de la economía hondureña.
“El equipo del FMI desea dar las gracias a las autoridades de Honduras y a todos los colegas por el diálogo franco, productivo, y transparente. Agradecemos además la amable hospitalidad y confianza. El equipo del FMI espera poder seguir colaborando estrechamente con las autoridades hondureñas.”, destacó la nota.
Lo anterior, no confirmó haber suscrito un convenio como esperanzaban expertos en materia económica, ya que quedaron abiertos a seguir colaborando con el país.
La misión mantuvo conversaciones con la Ministra de Finanzas, Rixi Moncada, la Presidenta del Banco Central, Rebeca Santos, el Presidente de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros, Marcio Sierra, el Ministro Director del Servicio de Administración de Rentas, Marlon Ochoa, otros altos funcionarios, representantes del sector privado, sindicatos, la sociedad civil y la comunidad internacional.
Por su parte la delegación del FMI la encabezó Ricardo Llaudes, quien llegó a Casa Presidencial en su primer día, acompañado del representante de ese organismo en Tegucigalpa, Christian Henn.
El personal de la entidad de economía, reconoció que la recuperación económica de Honduras ha sido notable, pero las condiciones sociales siguen siendo frágiles, y existen importantes riesgos de deterioro de las perspectivas a corto plazo, sobre todo debido a la actual sequía, que está afectando al sector agrícola y la producción de energía.
No obstante, observaron que Honduras sigue enfrentando problemas sociales y estructurales de larga data, motivo por el cual sigue siendo uno de los países más pobres y con mayor desigualdad del Hemisferio Occidental: en torno a una cuarta parte de la población presenta alto riesgo de inseguridad alimentaria.
Los cuellos de botella estructurales, en especial en el sector energético, sumados a las limitadas oportunidades económicas formales, sofocan la inversión y alimentan la migración. Además, Honduras sigue siendo uno de los países más vulnerables del mundo a las catástrofes climáticas y tiene importantes necesidades de inversión en adaptación. Para abordar tales desafíos hace falta tiempo y un enfoque integral que fomente la diversificación económica y la inclusión social.
Ante los graves efectos de la sequía actual, recomendaron una pronta identificación de nuevas fuentes de energía será esencial para satisfacer la creciente demanda interna y limitar los efectos en el ámbito fiscal y de balanza de pagos. Asimismo, es importante que la ENEE reintegre con éxito las actividades de suministro, dado que el contrato de externalización a una empresa privada está terminándose.
En cuanto a la política fiscal, “es preciso seguir avanzando en la diversificación de las fuentes de financiamiento y el desarrollo de mercados de deuda locales; por ejemplo, reanudando las emisiones de bonos públicos en el mercado interno. El financiamiento del Gobierno por el Banco Central debe ser evitado”.
En relación a la crisis energética, reconocieron que el abandono de los últimos años obligará a invertir de manera significativa y urgente en todos los ámbitos del sector energético, es decir, producción, transmisión y distribución. Debe acelerarse la implementación del Programa Nacional para la Reducción de Pérdidas (PNRP) técnicas y no técnicas, el proceso de reembolso de pagos atrasados a generadores debe continuar, y renegociarse los contratos con estos a un costo inferior.
Fuente: PC/Hondudiario