El BCIE quiere profundizar sus relaciones con la Unión Europea (UE) ante el “descuido” de la región por parte de Estados Unidos y la baja presencia de China, que “no se ve” tanto como en el resto de América Latina.
Así lo explica su presidente, Dante Mossi, en una entrevista con EFE en Madrid con motivo de la apertura de la primera oficina del Banco en España, país con el que desea seguir trabajando de manera estrecha y hacer valer su estatus de “puerta” hacia Europa para los países latinoamericanos.
Mossi, de nacionalidad hondureña, cree que con esta apertura podrá acercarse al sector privado y ofrecerle “parte del pastel de oportunidades” de inversión de la región, que, en parte, financia el banco con sus proyectos.
El banquero, que trabajó en el Banco Mundial, busca una mayor presencia de las empresas españolas y del Gobierno ante lo que apunta como un “descuido” de Estados Unidos a “América Latina”.
“Absolutamente, uno lee la prensa internacional y lee el patio trasero, pero estamos en frente, somos el patio delantero, generamos mucho del problema político de la migración y tenemos oportunidades de comercio”, analiza.
En ese sentido, defiende que ambas regiones tienen “un tratado de libre comercio bastante bueno” y que es hora de “ponerlo a trabajar en beneficio de ambos pueblos”.
Así, aunque agradece y reconoce el aporte de Estados Unidos durante el peor periodo de la pandemia y su “mirada” hacia la cuestión migratoria, considera que “no es suficiente” para cambiar el rumbo de los países centroamericanos.
“Durante la pandemia, Estados Unidos nos hizo por primera vez un préstamo directo para pymes, pero eso no es suficiente, creo que la solución de la migración ilegal viene a través de generar oportunidades justas y dignas, las personas no migran porque quieren sino porque no hay oportunidades en sus países”, recalca.
MÁS EUROPA ANTE LAS “CERO” EMPRESAS CHINAS QUE PARTICIPAN EN SUS PROYECTOS
Mossi revela que ninguna empresa china participa actualmente en sus proyectos de desarrollo en la región, dotados con 3.000 millones de dólares cada año, cuyo reparto es decidido por los quince países miembros del banco.
El organismo fue fundado por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica en 1960, a los que se unieron después República Dominicana, Panamá y Belice, y de fuera de la región México, España, Argentina, Colombia, Cuba, Corea y la propia China.
“No es que haya una política de no financiarles” (a las empresas chinas), sino que (las que se presentan) “no reúnen los estándares mínimos que el BCIE tiene para cualquier empresa que desea participar en proyectos financiados” por el Banco.
Reglas que van desde no aparecer en la “lista negra” del Banco Mundial, al “cumplimiento” de las normativas en materia de “lavado de activos” o “estándares sociales y ambientales”.
“La presencia de China no se ve en Centroamérica, lo que pide Centroamérica a China y a todo el mundo, es que si van a hacer inversiones, lo hagan con dignidad y el más alto estándar”, indica.
Es por ello que mira hacia Europa, con quien comparten “valores”.
“Nosotros no financiamos, por ejemplo, proyectos de carbón mineral o explotaciones petroleras, si sufrimos las consecuencias del cambio climático, vivamos con esos valores; no debemos financiar esas obras”, subraya.
España, según dice, “ha sido uno de los países aliados” en apoyarles en “esa senda correcta de desarrollo”: “por eso queremos más negocios españoles”.
“No es solo crecer a cualquier costo, tenemos que hacerlo sin degradar el medio ambiente; en Costa Rica, que tiene una política ambiental muy buena, el año pasado llovió dos meses consecutivos y le prestamos 600 millones de dólares para reparar la red vial, no producimos esa cantidad de gases dañinos pero las consecuencias las recibimos de frente”, lamenta.
Por todo ello, miran a Europa “como un ejemplo a seguir, no para huirle, sino para aprender más“.
Fuente: EFE