El Salvador. El 2 de octubre de 2019, el presidente Nayib Bukele, prometió a los tepesianos que no estarían solos en su lucha después de que el entonces presidente Donald Trump cancelara el Estatus de Protección Temporal (TPS).
Tres años después, vuelve y crece la preocupación y la incertidumbre entre los salvadoreños amparados al beneficio migratorio. Algunos se preparan para lo peor: la cancelación definitiva del programa que podría darse en los próximos meses, antes de que venza la última prórroga que fue otorgada.
Otros buscan opciones y demandan a las autoridades del gobierno salvadoreño acciones inmediatas para abogar por su situación. Así mismo, apoyo y representación ante el gobierno del presidente Joe Biden, en Estados Unidos para buscar una alternativa.
El TPS fue cancelado en 2017 por el expresidente Donald Trump. Pero se ha mantenido vigente debido a que Crista Ramos, una joven estadounidense de madre salvadoreña beneficiaria del estatus temporal, demandó pocos meses después en la Corte del Noveno Circuito al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), argumentando que la cancelación es una medida racista.
En las últimas semanas ha circulado información entre las organizaciones de inmigrantes, tepesianos y activistas, que apunta a que la Corte estaría lista para emitir un fallo, antes de fin de año, que avala la cancelación del beneficio migratorio.
Además, la ansiedad entre la comunidad tepesiana, especialmente entre los salvadoreños, aumentó luego de que la Administración del presidente Joe Biden, levantara la medida del título 42 para expulsar y rechazar a los venezolanos que ingresan al país de forma irregular.
Abogados de la Casa Blanca y de las organizaciones de tepesianos han sostenido varias reuniones, sin avances, para intentar encontrar opciones o alternativas para que Ramos retire la demanda o para que el gobierno estadounidense abra caminos para la legalización y la residencia permanente para los afectados.
Una fuente cercana a la Casa Blanca dijo que el gobierno estadounidense no tiene intención de renovar el estatus o de anunciar una extensión más del beneficio para los tepesianos.
Otra fuente, del grupo de tepesianos que ha estado en las negociaciones, señaló que los abogados estadounidenses quieren que los tepesianos retiren la demanda, pero que la Administración Biden no ha ofrecido una solución para las familias afectadas.
El TPS con los días contados
Si la Corte avala la cancelación, a partir del 1 de enero de 2023, los salvadoreños perderían sus permisos de trabajo, licencias de conducir, licencias de operaciones de negocios, permisos de empresas y el estatus migratorio legal que han tenido, en algunos casos, por más de 20 años.
En el caso de que la Corte emita una sentencia en la que se dicte que la cancelación del TPS es ilegal y no puede proceder, los tepesianos estarán en el limbo debido a que el estatus no va a ser renovado después del 30 de diciembre de 2023.
«No hubo reforma migratoria en los primeros cien días, como dijeron. Los tepesianos no saben qué pasa, no saben si el 31 de diciembre será su último año nuevo en Estados Unidos. Las separaciones de los padres y sus hijos, de las familias van a ser reales», dijo Felipe Díaz, miembro de la Alianza Nacional TPS, del área de Washington D.C.
«Estamos solos»
El presidente salvadoreño Nayib Bukele también prometió a los tepesianos, en una reunión que sostuvo con el grupo en Georgetown, en D.C., gestionar una extensión del estatus en Estados Unidos, crear un fondo especial para acompañar a las organizaciones y a los salvadoreños con lobby para buscar que el gobierno estadounidense mantuviera el programa o para proponer una alternativa a la situación migratoria de los tepesianos.
«Vi cuando en las noticias, el presidente (Bukele) dijo que por medio de la canciller Alexandra Hill íbamos a tener representación aquí (en Estados Unidos) pero no la hemos tenido. Nos sentimos defraudados porque ni ellos, ni la canciller Hill, ni la embajadora nos han acompañado. No hay representación», dijo Virginia Zelaya, una tepesiana residente de Long Island, New York.
La semana pasada, Zelaya llamó a la embajada de El Salvador en D.C. buscando una respuesta de esa oficina o alguna disposición de apoyo a los tepesianos.
«Me dijeron que esto es cuestión de Estado Unidos, que el gobierno de El Salvador no tiene que ver en esto. Llamé a la embajada porque nadie del gobierno de El Salvador se ha comunicado con el presidente Biden. Nos han dejado solos y nos sentimos defraudados porque ni la canciller, ni la embajadora nos han acompañado», dijo la tepesiana.
Hasta el momento solo el gobierno de Honduras ha hecho llegar una carta a la Casa Blanca, en la que pide al gobierno estadounidense que considere una extensión más del TPS para sus connacionales.
Además, en abril pasado, durante una reunión en ministerial sobre migración que se desarrolló en Panamá, el canciller hondureño Enrique Reina, solicitó al secretario de DHS, Alejandro Mayorkas, una extensión del programa para los más de 80,000 hondureños portadores del TPS.
La Prensa Gráfica hizo una solicitud vía correo electrónico a la Embajada de El Salvador en Washington D.C., para saber si la embajadora Milena Mayorga ha recibido mensajes, cartas o solicitudes de los tepesianos, o si ha realizado alguna gestión relacionada al TPS con el gobierno estadounidense o con el Congreso. Pero al cierre de esta nota no hubo respuesta.
Promesas incumplidas
Por su parte, Ceci Martínez, expresidenta del Comité de Long Island de la Alianza Nacional TPS, dijo que por ahora todo lo que les ofreció el presidente Bukele y la canciller Hill son promesas incumplidas. Martínez fue parte de la comisión que se reunió con el mandatario salvadoreño en Washington D.C.
«Después de esa visita nunca más los volvimos a ver en Washington D.C. dándonos el acompañamiento que prometieron. Prometieron que iban a enviar a personas para hacer lobby por nosotros y nunca lo hicieron. Le pedimos a la embajadora Mayorga que hiciera una petición formal de la extensión del TPS y ni si quiera eso han podido hacer», señaló Martínez.
Ella es una de los 250,000 salvadoreños que se verían afectados directamente con la cancelación del programa. Como madre soltera, la preocupa qué pueda pasar con sus hijos, con la casa que está pagando si pierde su permiso de trabajo o su licencia para conducir, que es una identificación legal en el país.
«Esperemos que las autoridades salvadoreñas hagan esa petición con el gobierno de Estados Unidos y que apoyen, no solo con acompañamiento político, sino también, abriendo los consulados, informando a la comunidad salvadoreña, apoyando con abogados de migración que puedan orientar a las familias. Cuando se trata de apoyar a la diáspora en algo tan importante, en un momento de incertidumbre parece que no les interesa», recalcó Martínez.
Por su parte, Díaz considera que el gobierno de Estados Unidos sabe que El Salador no tiene las condiciones para recibir a miles de salvadoreños que podrían ser deportados o que se verían obligados a regresar al territorio salvadoreño, con la cancelación definitiva del TPS.
«Los tepesianos no van a llevarse a sus hijos a nuestro país porque saben que los van a poner en riesgo. Muchos de los que vivimos aquí sabemos que lo que pasa en El Salvador es una situación mediática. Todos los que tenemos familia allá sabemos que las pandillas siguen activas, que no dejan de cobrar renta porque nuestras familias lo cuentan», dijo Díaz.
¿Qué pueden hacer los salvadoreños?
Los salvadoreños que tienen hijos nacidos en Estados Unidos, mayores de 21 años o que están casados con un residente o ciudadano estadounidense, tienen una opción para cambiar su estatus migratorio. El trámite toma tiempo y los expertos recomiendan iniciarlo lo más pronto posible.
Entre las opciones que este grupo tiene es que se debe presentar una solicitud conocida como “advance parole”. Una vez este es aprobado, debe viajar al territorio salvadoreño para reingresar a Estados Unidos de forma regular. Este proceso permite que el portador del “advance parole” reingrese en un período corto de tiempo al territorio estadounidense.
Para el resto de los tepesianos el camino es incierto y puede cerrarse si la Corte respalda la cancelación del TPS. Una nueva extensión, una nueva emisión del programa o una política migratoria que permita la legalización de los tepesianos requiere el aval del presidente de Estados Unidos y por el momento parece que la Administración Biden no está enfocada en el tema migratorio.
Y, además, requiere que el gobierno del país que ha sido afectado por un desastre solicite apoyo al gobierno estadounidense.
“En el caso de los salvadoreños, el presidente de El Salvador tuvo que haber pedido que se le otorgue una prórroga a Estados Unidos y no tenemos eso. No tuvimos eso. Y la imagen que el presidente Bukele ha vendido o está mostrando es que el país ha salido de las calamidades y que el país está con los brazos abiertos para que ellos (los tepesianos) y toda la mano de obra de los salvadoreños regresen a El Salvador”, dijo el experto en migración Roberto Sarmiento.
La posibilidad de que el tema del TPS sea resuelto antes del 31 de diciembre de este año o de que la Casa Blanca comunique que no habrá otra extensión del estatus migratorio podría ser aplazada hasta después de las elecciones de medio término, que se realizan a mediados de noviembre próximo.
Fuente: La Prensa Gráfica.