Guatemala. El Instituto Nacional de Bosques (INAB), se une a la conmemoración del Día Mundial de la Alimentación, este 16 de octubre y reconoce la importancia del bosque como generador de bienes y servicios que contribuyen a la seguridad alimentaria.
En tal sentido, el INAB promueve múltiples formas de producción como los Sistemas Agroforestales, los cuales se refieren al asocio de cultivos agrícolas y árboles, permitiendo conciliar las necesidades de producción de alimentos y la provisión de bienes y servicios de los bosques, como el agua, el oxígeno y la madera, por mencionar algunos. Se presentan en varias modalidades como árboles en asocio con cultivos anuales, árboles en asocio con cultivos perennes y árboles en asocio con sistemas silvopastoriles.
Los árboles en asocio con cultivos anuales, consisten en la combinación de árboles con cultivos que crecen, dan frutos y desaparecen por un año aproximadamente; por ejemplo, el maíz, maní, frijol, soya y guisantes. Respecto a los árboles en asocio con cultivos perennes, se trata de la combinación de árboles con cultivos cuyo ciclo vegetativo es mayor a un año; como el café, cacao y cardamomo. Al hablar sobre sistemas silvopastoriles, se trata de la combinación de árboles con cultivos o arbustos forrajeros y/o pastos.
Finalmente, durante el 2022 el INAB ha promovido la implementación de más de 4 mil hectáreas de sistemas agroforestales que contribuyen con la seguridad alimentaria en áreas rurales vulnerables; lo cual se traduce en más de 17 mil proyectos incentivados en sus distintas modalidades.
Durante el 2022…
En lo que va del año, se han obtenido los siguientes resultados a través de los incentivos forestales:
Impactos socioeconómicos:
•4,024.47 hectáreas de sistemas agroforestales que contribuyen con la seguridad alimentaria en áreas rurales vulnerables. (Q 2,821,851.52)
•17,506 proyectos incentivados en municipios con Vulnerabilidad en la Seguridad Alimentaria y nutricional (inversión de Q. 209,226,287.18).
•23,823 proyectos incentivados en municipios con pobreza y pobreza extrema, (inversión de Q. 277,646,910.36)
•Q. 444,182,635.97 pagados que contribuyen directamente a la reactivación económica en el área rural del país.
Impactos ambientales:
•11.7 millones de toneladas de Carbono Fijadas en el área bajo manejo con incentivos (59.6 ton/ha).
•199,293.07 hectáreas de deforestación evitadas en bosque natural bajo manejo de protección y producción.
•103,481.87 hectáreas de bosque natural protegidas, ubicadas en áreas de recarga hídrica.
Fuente. Periódico Digital Centroamericano y del Caribe