La tradición que representa San Valentín existe desde hace muchos años y aunque su origen se amalgama a distintas historias y leyendas, su verdadera celebración proviene de la Antigua Roma. Fue allí, donde un sacerdote llamado Valentín, casaba a jóvenes enamorados aún cuando esta práctica era considerada ilegal por el gobierno.
El origen.
Antes de desarrollarse como una simple fecha comercial y marketinera, San Valentín simbolizaba algo más que una celebración romántica. Allá por el año 280, un 14 de febrero como marca el calendario, Valentín fue condenado a muerte por desobedecer las claras reglas que se debían cumplir en la Iglesia de la vieja Italia. Una región en constante guerra, pretendía que sus hombres jóvenes y capaces se mantuvieran en celibato ya que se consideraba que sus habilidades como soldados podrían verse incrementadas por dicha situación solitaria.
Desde ese famoso punto de inflexión, la fecha pasó a reconocerse mundialmente, mutando en significado hasta convertirse en lo que es hoy. Más allá de considerarse como una celebración romántica, en la actualidad, moldea el mercado, reconfigurando los procedimientos y la estética de los productos que suelen considerarse en esta estación. Las florerías son algunas de esas industrias que se ven positivamente afectadas por la llegada del 14 de febrero.
Temporada alta.
Normalmente, según números de distintos estudios y encuestadoras, la venta de flores y ramos se incrementan en más de un 30%, durante estos días de Febrero. Si vamos al detalle, hay algunas especies que suelen ser las preferidas del público en el momento de enviar flores. Estamos hablando de las rosas principalmente, pero también de los lirios, las margaritas, los girasoles, las gardenias o los tulipanes. Así como cada color y cada flor tienen su significado propio, estas clases responden como señales de amor, belleza, deseo, respeto, romance; y es por eso que son tan demandadas en el día de los enamorados.
La mayoría de las florerías comienzan a programar el stock para la fecha con varias semanas de anticipación. A inicios de Enero se programan los pedidos. Asimismo, también se modifican los precios. La mayoría de los floristas suelen reacomodar su carta llegada esta fecha. Simple regla de la economía…a mayor demanda, mayor precio. Así y todo, se generan largas e interminables filas de compradores, año tras año.
Por otro lado, dependiendo del tamaño de la flor, del ramo, de la especie, del color, de la calidad y cantidad, los precios y las cotizaciones suelen modificarse. Por la gran variedad de clientes, se suelen ofrecer diversos servicios, para cumplir con todas las demandas diversificadas que se pueden encontrar durante esta agitada semana. Debido a todo este proceso productivo, otros comercios de distintos sectores también se ven considerable y positivamente afectados por San Valentín. Estamos hablando de restaurantes, tiendas de regalos y hospedajes, por poner ejemplos. Todos estos incrementan sus ganancias en esta mítica fecha.
Fuente. Periódico Digital Centroamericano y del Caribe