Desconocimiento de los términos del préstamo y negativa a comunicarse con la entidad financiera ante un atraso, es parte de los hábitos que se deben eliminar
Costa Rica. Cambiar los hábitos personales y familiares desde la raíz. Así de directo es como los expertos hacen un llamado de atención a las personas para que logren encontrar estabilidad financiera y sobre todo, mejorar su calidad de vida.
Para nadie es un secreto que la economía y la administración de dinero puede ser un dolor de cabeza para muchas personas, lo que puede llegar a convertirse en una gran dificultad que ocasiona otras afectaciones a nivel social y emocional.
Ana Laura Bolaños, experta financiera de Instacredit explica que “realmente para muchos costarricenses el manejo de las finanzas es un problema de fondo que tiene su raíz en la falta de educación financiera desde edades tempranas, falencia que propicia una serie de comportamientos y hábitos que debilitan la estabilidad personal”.
Bolaños afirma que a pesar de esa dificultad, que pasa de generación en generación, es posible sanar de raíz las finanzas y considera que esta situación se puede comparar al proceso de pérdida de peso.
“Cuando nos proponemos, por ejemplo, a bajar de peso, podemos iniciar con mucha motivación pero semanas después (o días) desistimos y volvemos a comer lo mismo de antes y/o a bajar el ritmo de la actividad física. La mayoría de ocasiones esto pasa porque cambiaron las acciones, pero nuestra mentalidad se mantuvo igual. Esta misma situación sucede con las finanzas. Ambas metas requieren información, disciplina, constancia y, sobre todo, atacar la raíz del problema”, agrega Bolaños.
Los expertos hacen énfasis en que no sirve de mucho elaborar un presupuesto mensual, sino se cumple puntualmente. De hecho, sin una administración financiera consciente y responsable, cualquier estrategia será solo un paliativo temporal.
Algunos de los hábitos que se deben mejorar son:
•Tomar la decisión sin un análisis previo: En muchas ocasiones los costarricenses tramitan créditos pero no están conscientes de que lo deben pagar puntualmente, como sí lo hacen con otros rubros como los servicios públicos. Esto se puede deber a que, contrario al financiamiento que brindan las entidades, la falta de pago oportuno de los recibos de luz o teléfono conlleva una consecuencia casi inmediata que es la suspensión del servicio, mientras que con los créditos las implicaciones se ven más a mediano plazo.
•Solicitar un crédito sin analizar la capacidad de pago o firmar contratos sin entender sus condiciones: muchos deudores desconocen conceptos básicos como intereses corrientes, intereses moratorios y cargos administrativos y esto les genera sorpresas desagradables.
•Percibir a las entidades financieras como enemigas cuando existen cuentas en atraso: Ignorar las llamadas o mensajes de los acreedores solo agrava la situación. Muchas instituciones ofrecen alternativas para regularizar los pagos, como reestructuraciones o acuerdos de pago. Mientras más rápido se atienda la situación, más opciones existirán para evitar un impacto negativo en el historial crediticio.
•Dejar los créditos en mora sin tomar acciones: Cada día de atraso en un crédito tiene consecuencias financieras. Además del capital e intereses corrientes, se suman intereses por mora y costos administrativos. Con el tiempo, esto puede duplicar o triplicar la deuda inicial. No regularizar la situación puede llevar a procesos judiciales, embargos y daño en el historial crediticio, limitando el acceso a futuras oportunidades de soluciones crediticias.
“El financiamiento es una excelente herramienta si se da una gestión correcta al mismo. La falta de administración adecuada de las deudas puede generar angustia y afectar la estabilidad económica de una persona o familia. Sin embargo, al igual que con la salud física, si se adoptan hábitos financieros saludables y se cambia la mentalidad en torno al dinero, es posible mejorar la calidad de vida y garantizar un futuro económico más estable”, concluyó la representante de Instacredit.
Fuente. Instacredit