Panamá, durante los últimos meses ha demostrado ser un país que cumple con el compromiso de avanzar e incansable en la lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo. Recientemente, se conoció su salida de la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), lo que significa, que todo un equipo se enfocó, bajo un trabajo arduo, riguroso y sostenible para demostrar que “SI”, se ha cumplido con los estándares internacionales en esta materia demostrando la transparencia y colaboración de este hermoso istmo.
Las autoridades panameñas y sus instituciones desde su incorporación en la lista, establecieron políticas y nuevas regulaciones, con el objetivo de proteger y blindar la inversión, y así, asegurando que las empresas que se han establecido en el país se mantengan, confíen en la estabilidad financiera del mismo y en conformidad con las nuevas disposiciones que buscan garantizar, mecanismos altamente competitivos, efectivos y rigurosos contra el lavado de activos.
Ampliando este panorama en materia de regulación, se han establecido normas garantes que acompañan estos requerimientos y buscan prevenir el blanqueo de capitales. La introducción de nuevas normas financieras que mejoran la calificación de Panamá, es el caso de la ley 254, que promueve medidas en materia de transparencia fiscal y prevención de blanqueo de capitales, robusteciendo de esta manera la actuación del sistema financiero y migratorias, también contenidas bajo, Ley 129 de 2020, que crea el Sistema Privado y Único de Beneficiarios Finales como un componente esencial para proteger su reputación; reabriendo, nuevos escenarios de inversión para el país.
La salida de Panamá de la lista gris del GAFI tiene grandes méritos para la nación. Por un lado, mejora la reputación y promueve la trazabilidad financiera local e internacional. Por otro lado, atrae más inversión privada, fomenta el desarrollo de sectores como; la construcción, banca, finanzas y el turismo, generando más oportunidades de empleo y bienestar para la población. En este mismo orden, los movimientos bancarios desde y hacia Panamá estarán grandemente facilitados, pero bajo una debida diligencia por las entidades.
De esta manera el Estado panameño, ha demostrado su voluntad de construir un sistema financiero transparente y competitivo, que cumpla con los estándares internacionales, fortaleciendo sus políticas regulatorias para evitar el lavado de activos y las modalidades del crimen organizado. Lo que le permite mejorar su reputación y atraer inversiones positivas.
Panamá ha realizado un gran trabajo y seguramente lo seguirá haciendo en materia de fiscalización y rendición de cuentas. En lo sucesivo, debemos potenciar a Panamá no como paraíso fiscal, sino como un país en el que se pagan impuestos; según, lo que se produce internamente y que se abre con responsabilidad a oportunidades de crecimiento para nuevas empresas, inversionistas y emprendedores. La fiscalidad panameña siempre fue ventajosa si la comparamos con otros países, el principio de territorialidad en materia fiscal, la ausencia de impuesto sobre ganancia de capital, intereses, plusvalía inmobiliaria etc., son unas de las numerosas ventajas que gozan los residentes fiscales panameños.
La nueva regulación implementada no cambia lo anterior, pero sí asegura que el sistema tributario, legal y bancario sean pilares sólidos, por consiguiente; Panamá, seguirá creciendo económicamente y atraerá a nuevos emprendedores, familias y negocios.
En K&B Family Office, trabajamos con transparencia y solidez para que nuestros clientes encuentran en nuestra gestión el compromiso y la confianza de establecerse en Panamá, para ello debemos cumplir con elementos de convicción para crear la relación con el cliente (KYC) y, la debida diligencia (CDD), que consisten en verificar la identidad y la procedencia de los fondos de las personas y las entidades que realizan operaciones bancarias o comerciales.
Sin duda, este acontecimiento es una invitación para venir a Panamá y conocer todos los atractivos y oportunidades interesantes que hay para establecerse y construir un patrimonio en uno de los países con una proyección turística, hotelera y de conectividad más floreciente en la región.
Autor. Romain Dromard/ Socio Director – Grupo K&B Family Office