La monitorización por satélite tiene múltiples usos y aplicaciones, y uno de los sectores que más y mejor partido saca de ella es el de la agricultura. Gracias a esta tecnología, sumada a otras como la robótica o la inteligencia artificial, es posible conocer el estado del campo en línea.
Los datos espaciales no son solo útiles para los agricultores y los dueños de las explotaciones agrícolas. Los avances en software especializado permiten que los análisis de datos satelitales puedan ser usados por los comerciantes para calcular cuál será la oferta de un determinado cultivo en una región específica durante esta temporada, por bancos y empresas de seguros para evaluar la concesión de un crédito o el pago del seguro, y por el gobierno regional y estatal para gestionar la tierra.
El papel de la tecnología agrícola para garantizar la sostenibilidad en Latinoamérica
La tecnología es la herramienta necesaria para transformar el sistema alimentario y mitigar su impacto sobre la naturaleza y el clima. Conocer la previsión meteorológica es parte clave de la agricultura de precisión, pues ayuda a tomar decisiones cotidianas, como cuándo y cuánto regar o aplicar fertilizantes a los cultivos. Por su parte, las imágenes de alta resolución permiten llevar un seguimiento exhaustivo de los cultivos, pues son la base para detectar síntomas tempranos de enfermedades, estrés hídrico y degradación del suelo. La biotecnología es otro campo que sigue logrando grandes avances, especialmente en la ciencia de las semillas, cuyos cultivos son más resistentes a la sequía, las plagas y las infestaciones. Al eliminar conjeturas y trabajar con datos, se puede sacar el máximo partido a la agricultura.
En el caso concreto de Latinoamérica, el sector agrícola se enfrenta a retos de productividad y sostenibilidad, pues se usa una gran cantidad de los recursos naturales de la región, y la creciente demanda de alimentos ejerce presión sobre el medioambiente. La agricultura ocupa más de un tercio de la superficie terrestre de la región, consume casi el 75% de los recursos de agua dulce y genera casi la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero. El actual sistema alimentario de la zona está dominado por modelos de producción basados en prácticas insostenibles que amenazan la viabilidad de la capacidad de producción de alimentos de Latinoamérica. Por tanto, deben ser sustituidos para garantizar la sostenibilidad de los recursos naturales.
¿Cómo gestionar los procesos agrícolas con imágenes de satélite?
El uso de imágenes de satélite puede ayudar a los agricultores a recopilar información valiosa del campo sin estar físicamente allí, bien de forma visual o a partir de índices de vegetación que proporcionan datos sobre la salud general de los cultivos. Cada uno de esos índices se basa en una o varias longitudes de onda de la luz, tanto visibles por el ojo humano como no visibles, por lo que, aunque su función es similar, cada uno de ellos es útil para una determinada situación. Por ejemplo, mientras un índice es bueno para determinar la salud de un cultivo durante las fases de crecimiento media y tardía, otro puede ser bueno para las fases de crecimiento tempranas.
Las imágenes de satélite son muy útiles, pues, para detectar signos tempranos de trastornos en el crecimiento de los cultivos. Gracias a esta detección temprana, los agricultores pueden investigar cuál es la causa y buscar la mejor solución. Esta es la razón principal por la cual los agricultores no tienen que realizar exploraciones diarias. Además, guían al empleado hasta el lugar exacto del campo en el que se detecta el problema, reduciendo el uso de combustible y, por consiguiente, la contaminación del medioambiente.
Monitorización por satélite: ¿por qué es necesaria?
Plataformas como EOSDA Crop Monitoring han conseguido aunar todas las ventajas de la monitorización por satélite en un mismo lugar. No solo contienen funciones como los índices de vegetación o la previsión meteorológica, también es un excelente asistente en las tareas de campo, con funciones como el registro de actividades de campo, la app móvil para exploradores o la zonificación.
La zonificación divide el campo en función de la vegetación y/o productividad, lo que es necesario para adoptar la aplicación de tasa variable de insumos. Si se detecta un problema en el campo, la app móvil guía al explorador al punto exacto, donde podrá rellenar un informe y adjuntarle fotografías, incluso si está en una zona donde la cobertura no permite la conexión a Internet. Otro valor añadido de la plataforma son los datos históricos que almacena, para poder analizar diferentes tendencias, como la cantidad de precipitaciones media, la producción de un determinado cultivo en la región, etc.
Primeros satélites dedicados a la agricultura
Con el fin de responder de forma más precisa a las necesidades del sector agrícola, EOS Data Analytics está a punto de poner en órbita el primero de los 7 satélites que formarán parte de la primera constelación de satélites centrada en la agricultura: EOS SAT. Se espera que la constelación esté lista para 2025, siendo capaz de cubrir el 100% de las tierras de cultivo de los principales países exportadores del mundo.
EOS SAT contará con 13 bandas agrícolas y los datos que recoja estarán destinados a poder conocer mejor las condiciones de humedad del suelo y las fases de crecimiento de los cultivos, así como para usarse en funciones como detección de cambios, detección de los límites del campo, clasificación de cultivos o predicción del rendimiento.
Fuente. Periódico Digital Centroamericano y del Caribe