El financiamiento climático comprometido por los principales bancos multilaterales de desarrollo (BMD) creció el año pasado más de un 24% respecto de 2020, según el Informe Conjunto sobre Financiamiento Climático de los Bancos Multilaterales de Desarrollo 2021, publicado este viernes 14 de octubre.
“La movilización del financiamiento climático es crucial para alcanzar el capital requerido para llevar adelante estrategias y acciones conducentes a una economía libre de carbono y resiliente al clima en América Latina y el Caribe”, dijo en el informe la presidenta interina del Grupo BID, Reina Mejía.
Así, según el reporte, el financiamiento total de los bancos multilaterales de desarrollo en 2021 ya superó las metas de financiamiento climático de 2025 fijadas en la Cumbre de Acción Climática de la Secretaría General de las Naciones Unidas de 2019 en Nueva York.
De acuerdo con los datos proporcionados, las metas alcanzan un total anticipado colectivo de $50,000 millones para las economías de ingreso bajo y medio, y por lo menos $65.000 millones en financiamiento climático a nivel global. Se espera que el financiamiento para adaptación se duplique hasta alcanzar los $18.000 millones, y que la movilización privada llegue a $40.000 millones
Países de ingreso medio y bajo
En 2021, los BMD aportaron unos $51.000 millones (el 62% del total del financiamiento climático de los BMD) en financiamiento climático a las economías de ingresos bajos y medios.
De ese total, más de $33.000 millones (65%) fue para mitigación del cambio climático y más de $17.000 millones (35%) para adaptación al cambio climático. El monto del financiamiento privado movilizado alcanzó los US$13.000 millones.
Países de ingreso alto
Sumado a ello, los BMD aportaron en 2021 más de $31.000 millones (el 38% del total del financiamiento climático de los BMD) en financiamiento climático a las economías de ingresos altos.
De ese total, $29.000 millones (95%) fue para mitigación del cambio climático y $1.600 millones (5%) para adaptación al cambio climático. El monto del financiamiento privado movilizado alcanzó los $28.000 millones.
El Informe Conjunto sobre Financiamiento Climático de los Bancos Multilaterales de Desarrollo es producto de una colaboración anual para dar a conocimiento público las finanzas climáticas de los bancos y al mismo tiempo ofrecer una explicación clara de las metodologías para fiscalizar dicho financiamiento.
Este informe conjunto, sumado a la publicación de las estadísticas de financiamiento climático de cada banco, tiene por finalidad poder observar el progreso en el cumplimiento de las metas de financiamiento climático de dichas instituciones, como por ejemplo las que fueron anunciadas en el marco de la COP21, y los objetivos aún más ambiciosos fijados para el período post-2020.
El informe de los bancos multilaterales de desarrollo 2021, coordinado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), combina datos del Banco Africano de Desarrollo (AfDB), el Banco Asiático de Desarrollo (ADB), el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Islámico de Desarrollo (IsDB), y el Grupo Banco Mundial (GBM). El informe de este año también incluye información sobre seguimiento del financiamiento climático hecho por el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa (CEB) y el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), la cual es presentada en forma separada de las cifras conjuntas.
Financiamiento del Grupo BID a países de América Latina y el Caribe
En 2021, el financiamiento del Grupo BID a los en países de América Latina y el Caribe (de todos los niveles de ingresos) alcanzó un total de $5.600 millones, de los cuales $4.500 millones fueron aportados por el BID al sector público; $1.100 millones por BID Invest al sector privado (en el informe conjunto sólo se incluye el financiamiento de largo plazo); y $23 millones por BID Lab a proyectos innovadores.
De acuerdo con el BID, varios estados en pequeñas islas y en zonas costeras bajas de la región siguen siendo críticamente vulnerables al cambio climático, independientemente de su nivel de ingresos.
Fuente: La Estrella de Panamá.