Con la irrupción de las nuevas tecnologías, el mercado financiero es sin duda uno de los más impactados ante tantos cambios. La pandemia de COVID-19 también impulsó esta nueva forma de comportamiento enfocada en lo digital, que influye en la cadena de entidades financieras, clientes y proveedores.
Estudios indican que, entre los usuarios guatemaltecos, los bancos son percibidos como entidades que generan seguridad para proteger el dinero y que, en medio de la pandemia, fueron relevantes para reducir los problemas de liquidez y de acceso a uso de servicios financieros. También se reconocen los créditos a pequeñas y grandes empresas.
En este contexto Temenos, como empresa líder en software bancario con operaciones globales invierte en tecnología para atender las más altas tendencias del sector financiero, entre ellas “Compre Ahora y Pague Después”, un viejo conocido de los latinoamericanos, pero que ahora alcanza nuevas modalidades y extensión, a través de productos como Temenos BNPL, “Buy Now Pay Later”.
De acuerdo con Enrique Ramos O’Reilly, director regional de Temenos Latam & Caribe, la nueva solución brindará a bancos y Fintechs nuevas oportunidades de ingresos, permitiéndoles acceder a nuevos mercados y fortalecer sus relaciones con los clientes a través de un programa de préstamos, que promete democratizar y facilitar la vida de aquellos que necesitan dinero extra.
“Por un lado, está la oportunidad para bancos y Fintechs de generar un nuevo modelo de ingresos al ofrecer un producto para quienes tienen dificultades para acceder a otro tipo de créditos con mayores requisitos, y por otro, la facilidad para el consumidor final”, explica el ejecutivo.
El sistema Temenos BNPL es capaz de identificar perfiles y presentar una pre aprobación de solicitudes de préstamo u ofrecer cuotas variables en tiempo real, según criterios predeterminados. “La tecnología que usamos proporciona visibilidad de la decisión crediticia con un programa de pago recomendado durante el proceso de solicitud para que el cliente pueda estar seguro de que puede cumplir con los pagos programados”, indica Ramos O’Reilly.
Asimismo, detalla que es una solución ideal para las generaciones más jóvenes, ya sean Millennials o Z, que necesitan ese soplo financiero inmediato, pero que muchas veces no cuentan con garantías a la hora de solicitar un préstamo, o no cuentan con una tarjeta de crédito con límite suficiente para pagar productos en plazos.
La tecnología Temenos BNPL funciona independientemente del sistema de core bancario, se accede a ella a través de Temenos Banking Cloud. Por lo tanto, las instituciones y las empresas pueden implementar la tecnología junto con Temenos Transact o cualquier otro proveedor de software bancario. “El uso de las marcas de adecuación para este servicio también democratiza su uso, habilitando socios de todos los tamaños, que pueden ser atendidos por la misma tecnología”, explica el director regional de Temenos Latam & Caribe.
Los intermediarios que se asocian con las tiendas y que pueden adelantarse a sus competidores también ganan. “Existe la posibilidad de generar una nueva fuente de ingresos, captando nuevos clientes, sin el riesgo de cambiar de core bancario”, agrega. Las fintechs que vieron esto como una posibilidad de ingresar al mercado, tomaron la iniciativa, ya sea para ofrecer préstamos que no eran accesibles o a través de alianzas con los canales adecuados para dar acceso a millones de usuarios.
“Como proveedor de tecnología estratégica para más de 3000 bancos en todo el mundo, estamos comprometidos a capacitar a nuestros clientes para que sean los primeros en adoptar y adopten esta financiación alternativa como un producto diferenciado que es capaz de ofrecer un rendimiento escalable para este nuevo momento digital que están viviendo”, concluye Enrique Ramos O’Reilly.
Datos adicionales:
El crédito bancario al sector privado creció un 15.01% a abril pasado, en comparación con el mismo período del 2021 y el saldo llegó a Q241 mil 918 millones. Al 30 de abril pasado, los saldos que reportan mayor incremento son los de microcréditos, con 69%, para un monto de Q6 mil 485 millones, lo que representa un 2.68% de la estructura del total de préstamos, de acuerdo con los datos de la Superintendencia de Bancos (SIB) y del boletín económico de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa).
Le siguen los créditos para consumo, con un aumento de 20% y un total de Q75 mil 366 millones (31%) del saldo general. En tanto, los créditos empresariales mayores abarcan el 53.7% del total con Q129 mil 984 millones y un crecimiento de 13.7%.
Fuente. Periódico Digital Centroamericano y del Caribe