Contrario a lo intuitivo, así como a la tendencia histórica que experimentaron desde su surgimiento, la popularidad de la mayoría redes sociales se encuentra desde hace algunos años en un ligero (aunque constante) declive.
No todas las redes sociales están perdiendo popularidad, ni las que están en declive lo están en todos los grupos etarios. En particular, se trata de la relación entre los usuarios jóvenes, de entre 18 y 25 años, y las redes sociales tradicionales, como Facebook, Instagram o Snapchat.
En efecto, mientras que algunas redes sociales, como las de Meta, están perdiendo popularidad, otras como Tinder, Omegle y TikTok no hacen más que aumentar, año tras año, sus suscripciones y sus mediciones de tiempo de uso y de posicionamiento de marca.
El problema del contenido
Una primera aproximación a las razones por las que los usuarios están comenzando a reducir su uso de las redes sociales que tradicionalmente dominaron el mercado se relaciona en gran medida con los algoritmos.
Hace tiempo que el enfoque de las grandes redes sociales pasó de la interconexión entre personas, a la generación, y el consumo masivo, de contenido.
Esta disociación entre los contenidos y los usuarios y las marcas que los generan, sumada al tsunami de contenido publicitario que llena cada resquicio de estas redes y los cambios constantes y atropellados prácticamente diarios en las plataformas, está produciendo una sensación general de desilusión y hartazgo en usuarios jóvenes que buscan que los traten menos como un producto y más como un usuario.
Redes que sí, redes que no
¿Qué hacen los usuarios de Facebook, Coomeet y demás redes sociales cuando se aburren, hartan, desilusionan o se cansan de sus redes sociales de siempre? Lo lógico: se pasan a la competencia.
En la actualidad, mientras que las redes sociales tradicionales van cayendo en desuso, nuevas redes sociales ganan relevancia. La tendencia apunta a que los usuarios jóvenes prefieren contar con plataformas unifuncionales, es decir, que apuntan a una única finalidad.
Aplicaciones de citas como OKCupid, plataformas de streaming como Twitch, y redes sociales más focalizadas como TikTok, muestran un marcado crecimiento en descargas, suscripciones y tiempo de uso.
Otras posibilidades
Una última razón que explica el declive en la popularidad de las redes sociales es, simplemente, que existen cada vez más jugadores en el mercado de la atención, es decir, que cada vez son más las posibilidades a la hora de pasar tiempo en internet.
En especial, las plataformas de streaming y de juegos en línea, así como toda la industria de los videojuegos, y hasta las de apuestas en línea, ganan año tras año más relevancia y popularidad en usuarios de todas las edades, en todo el mundo.
El panorama es claro: las plataformas tradicionales van quedando obsoletas y están fallando en su intento de adaptarse a las nuevas tendencias de uso y de lidiar con la desilusión generalizada de sus usuarios. Esto, sumado a la aparición de nuevas posibilidades de entretenimiento en línea, se traduce en un marcado declive de popularidad.
Fuente. Periódico Digital Centroamericano y del Caribe