En lo que va del año, fraudes relacionados con otorgamiento de préstamos han dejado más de ¢45 millones en pérdidas para víctimas
Los delincuentes no se detienen y su objetivo es claro: sustraer el dinero de los costarricenses. Actualmente para lograrlo están utilizando los mismos medios (llamadas telefónicas, mensajes y correos electrónicos), eso sí, cambiando el discurso a la hora de abordar a sus víctimas y sacando máximo provecho a la ingeniería social.
Según explica Pablo Rojas, gerente de Seguridad Financiera de Instacredit, es mediante esta técnica que se engaña a la víctima para que brinde información que facilite el delito.
“Implementando ingeniería social, los estafadores buscan temas relevantes, cotidianos, de manejo general y actuales; generan un perfil de la víctima y buscan el contacto por medios tecnológicos. Así las cosas, no cambia la estafa en sí, sino más bien cambia el tema por el que se genera el engaño”, detalló Rojas.
Asimismo, a pesar de que son incapaces de empatizar con los demás, se centran en las personas, mostrándose atraídos por sus preocupaciones, lo que genera seguridad, tranquilidad y confianza y les facilita manipular los sentimientos.
Especialmente, los expertos en ciberseguridad de las entidades financieras se muestran preocupados ya que de acuerdo con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en lo que va del año, las víctimas han perdido más de ¢45 millones a través del timo del ofrecimiento de un préstamo.
Mediante la supuesta venta de falsas soluciones crediticias buscan obtener información sobre las cuentas bancarias. Solicitan dinero anticipadamente para realizar un trámite en alguna entidad pública o para obtener un crédito. De esta manera, hasta agosto, 66 personas han sido víctimas de esta modalidad.
También, los delincuentes se hacen pasar por un representante de banco o de una financiera para indicar que está siendo víctima de estafa y que necesitan «ayudarle» a bloquear la cuenta. Suplantando la identidad de un funcionario de diferentes instituciones se ha logrado robar a casi 5600 personas entre enero de 2021 y julio de 2022.
Utilizando el timo del falso comprobante se han sustraído poco más de ¢38 millones y ¢67 millones a través de una venta ficticia.
Por otra parte, los expertos son enfáticos en afirmar que las personas que exponen sus datos en redes sociales u otros medios, son más vulnerables.
“Aquellos que comparten información sensible, que brindan sus contraseñas, que desconocen las herramientas tecnológicas y los mecanismos de seguridad de las entidades bancarias y financieras, suelen ser las principales víctimas. También quienes son más confiados y entregan sus tarjetas de crédito y débito, perdiéndolas de vista y las personas que no tienen malicia ni sospechan de llamadas o correos donde se solicite información personal”, agregó el vocero de Instacredit.
¿Cómo identificar una posible estafa?
Si lo contactan vía telefónica, el trato será muy cordial y con un léxico muy formal, pero en ocasiones impreciso. Quienes están al otro lado de la línea, cuentan con información general pero no tienen detalles, a pesar de decir ser representantes de organizaciones o empresas. Indican que no le van a solicitar datos sensibles, pero sí lo hacen.
Por su parte, los mensajes o correos pueden contener errores ortográficos y el dominio es distinto al utilizado por la organización o empresa usada para estafar. Además, redirigen a enlaces sospechosos.
Las estadísticas del OIJ registran que los días martes, miércoles y jueves son los días en que más se presentan casos, específicamente entre las 9:00 a.m. y las 2:00 p.m. Las provincias de San José y Alajuela, son las preferidas por los delincuentes para realizar sus ataques.
Fuente. Periódico Digital Centroamericano y del Caribe