Frente al aumento de casos de cáncer en Guatemala, expertos apuntan a un antioxidante natural poco conocido, como una posible herramienta preventiva.
Mientras los casos de cáncer continúan en aumento en el país, científicos y profesionales de la salud empiezan a poner la mirada en un antioxidante natural poco conocido pero de enorme potencial: el glutatión. Esta molécula, producida por el cuerpo humano, podría convertirse en una herramienta poderosa dentro de la prevención integral de enfermedades degenerativas, en especial del cáncer.
De acuerdo con datos oficiales del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), se registraron más de 28 mil casos de cáncer en la última década, una cifra que crece año con año. Aunque la detección temprana sigue siendo clave, cada vez más expertos coinciden en que la prevención debe ser entendida desde una visión más amplia, que incluya factores metabólicos, nutricionales y de estilo de vida.
En ese contexto, el científico Hugo Palafox, experto en metabolismo humano y nutrición celular, destaca el papel central del glutatión en el sistema de defensa del organismo. “Se le conoce como el ‘antioxidante maestro’ por su capacidad para neutralizar radicales libres, desintoxicar órganos como el hígado y fortalecer el sistema inmunológico. Su función es clave para proteger nuestras células del daño oxidativo”, explica el experto.
El científico también destacó que el glutatión se encuentra en casi todas las células del cuerpo, sin embargo, su producción puede disminuir con el estrés, la mala alimentación, la exposición a contaminantes, ciertos medicamentos y con el envejecimiento. Esta baja producción de glutatión puede debilitar la capacidad natural del organismo y las células para defenderse de afecciones como el cáncer, enfermedades metabólicas y el deterioro cognitivo.
Ante esto, surge una pregunta frecuente: si los niveles de glutatión disminuyen, ¿por qué no simplemente tomarlo? La razón es que el glutatión oral se descompone rápidamente en el proceso digestivo, lo que reduce significativamente su efectividad. Por ello, el especialista recomienda estimular su producción natural mediante el consumo de proteínas ricas en cisteína, como las que se encuentran en suplementos derivados del suero de leche no desnaturalizado.
“Mantener niveles óptimos de glutatión puede lograrse a través de hábitos como una dieta rica en vegetales crucíferos (brócoli, espinaca, ajo, cebolla), dormir entre siete y ocho horas por noche, evitar el cigarro y el alcohol, y realizar actividad física regular. No obstante, en personas con alta exposición a factores de riesgo como contaminación, estrés crónico o tratamientos médicos agresivos, la suplementación especializada puede convertirse en un apoyo fundamental para fortalecer las defensas del organismo.
No se trata de prometer curas milagrosas, sino de crear conciencia en las personas a través de herramientas prácticas para que cuiden su salud. El cáncer no se combate solo en hospitales, también se realiza a través de la alimentación, en los hábitos y en el conocimiento”, concluye Palafox.
En un país donde las cifras de cáncer continúan en ascenso, hablar de prevención no puede seguir siendo una opción secundaria. Es momento de evolucionar hacia estrategias integrales que incluyan nutrición celular, inmunidad y autocuidado como pilares de la salud. Y en esa ruta, el glutatión podría tener un papel decisivo.
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Fuente. Immunotec