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Cuba. El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, agradeció a los países y voces solidarias que en el marco del 80 periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas exigieron el cese del bloqueo.
“Todo nuestro agradecimiento a quienes han alzado su voz en #AGNU80 para exigir el cese del bloqueo, y la exclusión de #Cuba de la infame lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo”, escribió el jefe de Gobierno en su cuenta oficial de redes sociales.
En medio del recrudecimiento de las sanciones unilaterales, el titular subrayó que “la solidaridad se multiplica”.
Al intervenir en el segmento de Alto Nivel del 80 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, el canciller cubano Bruno Rodríguez reafirmó que el país caribeño es una nación de paz.
A pesar de todo el daño que nos ha provocado y provoca Estados Unidos, siempre hemos estado dispuestos a dialogar sin condicionamientos, y a intentar avanzar hacia una relación respetuosa y civilizada con ese país, sin subordinación ni límites a nuestras prerrogativas soberanas, subrayó.
El ministro de Relaciones Exteriores explicó al plenario que el bloqueo contra su país persiste y se endurece en extremo.
“Se trata de una verdadera guerra económica abarcadora y prolongada, dirigida a privar a los cubanos de sus medios de vida y sostenibilidad, de su existencia como pueblo solidario, culto y alegre”, añadió.
Expresó que la agresión ha escalado a niveles sin precedentes en los últimos ocho años, incluidas acciones de persecución y presión económica sobre terceros, los Estados que ustedes representan, y que son cada vez más elaboradas, quirúrgicas y extraterritoriales.
Provoca impedimentos múltiples y extraordinarios a la actividad productiva, comercial, financiera, y para los servicios y políticas que garantizan la justicia social y la vida misma, agregó.
Mencionó que Cuba encara un grave escenario de cortes prologados y diarios del servicio eléctrico, dificultades para costear los alimentos, insuficiente disponibilidad de medicamentos, depresión del transporte público, limitaciones en los servicios comunales e inflación pronunciada que deprime los ingresos reales.