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México. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este miércoles que “todos” los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que realizaron una cumbre el martes, respaldan a su país por el asalto a la Embajada en Quito.
El gobernante mexicano hizo esta evaluación tras la reunión de los mandatarios de la región, convocada el martes por la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, en la que México pidió que se sumaran a su denuncia contra Ecuador en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) tras el asalto a la Embajada mexicana en Quito el pasado 5 de abril.
En la cumbre, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el cierre de su Embajada y consulados en Ecuador en apoyo a México, mientras que el mandatario de Bolivia, Luis Arce, adelantó que se sumará a la denuncia del Gobierno mexicano.
Asimismo, este miércoles, López Obrador informó de que, tras la reunión, la mandataria hondureña le notificó que también se solidarizará con México y retirarán de forma temporal a sus diplomáticos de Ecuador.
Cuestionado por la ausencia en la cumbre del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, el gobernante mexicano evadió una respuesta directa y pidió exhibir de nuevo el video del encuentro.
La polémica empezó tras el allanamiento de la Policía en la Embajada de México el 5 de abril para llevarse al exvicepresidente Jorge Glas (2013-2017), resguardado ahí ante un proceso de corrupción.
Y ha crecido porque un tribunal de Ecuador declaró el viernes pasado la detención de Glas dentro de la sede diplomática como ilegal y arbitraria, aunque quedó encarcelado al tener pendiente de purgar la condena por el caso Sobornos y por asociación ilícita en el caso Odebrecht.
La situación ha llevado al Gobierno mexicano a interponer una denuncia ante la CIJ y a pedir a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que suspenda a Ecuador del organismo.
En tanto, Noboa ha asegurado que no se arrepiente de ordenar el asalto a la Embajada e, incluso, señaló que invitará a López Obrador a comer un ceviche y “probablemente” unos tacos para arreglar la crisis, a lo que el mexicano respondió que “no es una frivolidad” el conflicto.