Hemos visto el incremento de diferentes virus respiratorios, tanto en adultos como en niños, que han causado graves cuadros de congestión y malestar, sin contar las tradicionales alergias, el dengue y el repunte de los casos de COVID-19. Ante este panorama conversamos con la Doctora Dora Estripeaut, Infectóloga Pediátrica del Hospital Paitilla.
Para precisar, la Doctora Estripeaut nos comenta que según boletín epidemiológico del Hospital del Niño Doctor José Renán Esquivel (HNDJRE), la circulación de los virus Influenza A y Virus respiratorio sincitial (VRS) inició desde junio 2022 de forma paralela, lo cual produjo mucha ausencia escolar sobre todo en niños pequeños y algunos casos complicados que requirieron hospitalización. Actualmente el VRS continúa elevado, pero ya se nota un descenso en los casos de Influenza A.
“Otro virus que ha sido detectado con frecuencia este año ha sido el Adenovirus. En los primeros meses del año tomó mucha importancia ya que se identificó como el probable causante de los casos de Hepatitis aguda de causa desconocida que se reportaron a nivel mundial y de los cuales se diagnosticaron 7 casos en el Hospital del Niño, en los cuales se identificó el Adenovirus en 4 de los 7 casos. Actualmente este virus se ha visto asociado a cuadros de fiebre prolongada para la cual el tratamiento consiste en medidas de sostén como reposo e hidratación, ya que no se cuenta en este momento con un tratamiento específico para este virus”.
Otra fuente de información veraz es el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) entre los meses de agosto y octubre los virus que han estado circulando en orden descendente de frecuencia son: Influenza A, Virus respiratorio sincitial, Rinovirus, Metapneumovirus, Parainfluenza, Bocavirus, Coronavirus, Adenovirus e Influenza B.
“Hablemos ahora de los síntomas, ya que estas infecciones por virus respiratorios, que son más frecuentes en los niños pequeños, se caracterizan principalmente por afectar el tracto respiratorio superior y se presentan fiebres de bajo grado (por debajo de 39°C), estornudos, congestión nasal, tos, sin embargo algunos casos se pueden complicar con cuadros de bronquiolitis, neumonía o bronconeumonía que ya implica una inflamación pulmonar y que se caracterizan por fiebres más altas, tos persistente, aumento de la frecuencia respiratoria y en algunas ocasiones dificultad respiratoria que requiere el apoyo con oxigenoterapia”.
Importante conocer las medidas de precaución para en lo posible evitar un contagio. “Se deben mantener principalmente las medidas de higiene como lavado de manos y sobre todo que las personas enfermas se mantengan en casa hasta su mejoría para evitar transmitir la infección a otras personas. Limpiar y desinfectar las superficies, cubrirse la boca al toser o estornudar, mantener las vacunas al día y no exponernos a aglomeraciones no necesarias. Al igual que para el COVID-19, el uso de mascarillas y lavado de manos son las principales medidas de protección”.
Debe llevar a su niño al médico si presenta fiebre persistente por arriba de 39°C, tos persistente, falta de apetitos o vómitos. aumento de frecuencia respiratoria, sibilancias (pitido en los pulmones), sensación de falta de aire.
En ciertos casos, lo recomendable será visitar la Sala de Urgencias Pediátricas. Si el niño es de 5 años o menos cuando: aumenta la frecuencia respiratoria, se hunden las costillas al respirar, presenta un pitido al respirar, pérdida de apetito y vómitos, irritabilidad, fiebre que no mejora con la administración de medicamentos, decaimiento o somnolencia y convulsiones. Si el niño es mayor de 5 años, debe acudir si presenta: dificultad para respirar o sensación de falta de aire, dolor en el pecho al respirar o toser, decaimiento o cansancio excesivo, fiebre mayor de 38,5 grados centígrados, durante más de dos días.
Las alergias respiratorias surgen también en esta época, debido a la exposición de diversos alergenos como el polen estacional de los árboles o de la hierba. A diferencia de los resfriados los cuadros alérgicos no presentan fiebre, ni dolor o molestias generalizadas, sin embargo, algunas veces se pueden ver acompañadas de cansancio. Suelen presentarse con tos leve, picazón en los ojos, congestión nasal y goteo de la nariz, estornudos, dolor de garganta en algunas ocasiones. Para mejorar los síntomas de alergia, lo principal es alejarse del alergeno que está produciendo la molestia y recibir tratamiento con antihistamínicos, atomizadores nasales de esteroides y descongestionantes. Estos cuadros de alergias pueden durar días a semanas.
El dengue nos acompaña igualmente en estas fechas y debemos estar claros en sus síntomas. “El cuadro clínico en la mayoría de los casos se caracteriza por fiebre, malestar general, dolor muscular y algunas ocasiones se pueden producir petequias (puntos rojos en la piel por la disminución de plaquetas), muchos cuadros suelen confundirse con resfriado común, sin embargo, hay casos que pueden evolucionar a Dengue grave, que se presenta en 1 de cada 20 personas y que se manifiesta con vómitos persistentes, dolor abdominal intenso, acumulación de líquido, hemorragia de las mucosas, dificultad para respirar, somnolencia, disminución de la presión arterial, aumento del tamaño del hígado y de las enzimas hepáticas. Ante este panorama debe acudir al Cuarto de Urgencias para ser tratado y evitar consecuencias graves o secuelas posteriores”.
“Este dengue grave puede causar “shock” con hemorragia interna e incluso la muerte. Es por esto la importancia de evitar los criaderos de mosquitos que son los agentes transmisores del Dengue”.
Fuente. Hospital Paitilla