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Cuba. Motivos Cubanacan nos acercó a la cultura y a la tradición de una de las más emblemáticas fiestas populares de Cuba, las Parrandas de Remedios símbolo de la identidad cubana.
Color, el contagioso sonido de los tambores y una arrolladora multitud llena de alegría inundaron todas las calles alrededor del Parque Martí.
En 2013, las Parrandas fueron reconocidas como Patrimonio Cultural de la Nación Cubana, un honor que resalta su importancia en la cultura y las tradiciones de la isla.
Posteriormente en 2018, la UNESCO incluyó las Parrandas en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, hecho que refuerza su significado global y la necesidad de preservarlas para futuras generaciones. Esta distinción también ha elevado el perfil de la festividad, atrayendo a turistas de todo el mundo que quieren experimentar de primera mano esta celebración tan singular.

Las Parrandas no solo son una competencia entre barrios, que expresa una rivalidad arraigada en las familias remedianas, sino también una manifestación cultural que representa el arte, y el ingenio de su pueblo. Tras una jornada con visitas a varios sitios de la octava villa fundada en Cuba por el colonialismo español a inicios del siglo XVI, una versión de Las Parrandas de Remedios encantó a casi un centenar de turoperadores, agentes de viajes y periodistas de 15 países.
Rivalidades entre las congas de los bandos del gallo y del gavilán, esta muestra es muy parecida al jolgorio del 24 de diciembre, su día en el año, la demostración para Motivos Cubanacan (nombre de dicha iniciativa) reunió en el parque José Martí a miles de pobladores hasta el inicio de la madrugada, en la cual las anécdotas y las historias afines facilitaron el trabajo de la prensa internacional que acompaña al grupo FAM.

Según fuentes históricas, la tradición nació en 1820, cuando el sacerdote Francisco Vigil de Quiñones buscó atraer a feligreses a las misas de adviento.
Hacia 1871 se instauró un formato competitivo que perdura aún con los bandos de San Salvador (el gallo) y El Carmen (el gavilán) como contendientes en una batalla de creatividad, luces y pirotecnia.
Daileny del Rio, directora comercial del Complejo Hotelero Remedios, explicó a mi colega Dioni Sanabia corresponsal del Correo Canadiense «que durante meses cada equipo trabaja en secreto para sorprender al rival y los desacuerdos llegan a veces a dividir familias y amigos».

A criterio de expertos, las parrandas, que se extienden a otras partes de la geografía cubana, son un símbolo, sin distinción de edad, género o clase social, en una especie de fusión entre tradiciones y religión.
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