Valentin Imperial Riviera Maya, un resort sólo para adultos (+18) que festeja la Navidad con la intensidad del Caribe más auténtico
México. Existe una forma distinta de vivir la Navidad: bajo el sol y oyendo el susurro del mar Caribe, pero sin renunciar a las tradiciones de siempre. En el exclusivo hotel de 5 estrellas Valentin Imperial Riviera Maya (+18), cuyo diseño es obra del arquitecto Gabriel Téllez y se inspira en una hacienda mexicana, diciembre se convierte en un homenaje cálido y luminoso a todo lo que hace especial a esta festividad: costumbres que se transmiten de generación en generación, gastronomía que deja huella, celebraciones que unen y un escenario caribeño donde la luz lo impregna todo.
Navidades al sol iluminadas por más de 3 millones de bombillas LED:
Una luz que, más allá de la que proviene del maravilloso sol tropical, en Valentin Imperial Riviera Maya brilla cada día gracias a la colocación de más de 3 millones de bombillas LED (¡has leído bien!), que llenan de magia sus instalaciones y sus preciosos jardines, cuya última fase, donde destacan los 3 nuevos edificios DUNAS PRVATE POOL SUITES, ha sido diseñada por el estudio de paisajistas Maat Handasa.
El espectacular árbol de Navidad que preside la entrada del lobby, da la bienvenida a los huéspedes, anticipando una propuesta navideña que, aunque se trata de un establecimiento sólo para adultos, nos invita a recuperar los mejores recuerdos de nuestra infancia: desde la llegada de Santa Claus en parapente, quien ameriza en el mar Caribe y lo acercan en moto acuática a la orilla entre aplausos; y la divertida búsqueda del Grinch, perfecta para abrir el apetito de los más juguetones; hasta una cuenta atrás inolvidable, el día 31 de diciembre, acompañada con un show de fuego frente al mar.
Siete maneras de reinventar el pavo de Navidad con el sello del chef Ángel Rosales:
Otro de los aspectos que Valentin Imperial Riviera Maya cuida con detalle, para garantizar que la celebración de la Navidad cumple con los rituales de estas entrañables fiestas, es la gastronomía.
El responsable de esta importante tarea es Ángel Rosales y su equipo de chefs de este icónico complejo hotelero, quien diseña con esmero los menús que los 7 restaurantes del resort ofrecen durante los días festivos. Para ello, recurre a recetas que fusionan sabores tradicionales como el mole negro oaxaqueño y los cítricos del Mediterráneo, con la sofisticación de la cocina francesa o la intensidad del tandoori.
Una creatividad que este año permitirá a los huéspedes de Valentin Imperial Riviera Maya elegir entre 7 propuestas diferentes del tradicional pavo de navidad, según el restaurante en el que escojan cenar la noche del 24 de diciembre.
En el restaurante italiano L’Olivo, el pavo aparecerá con una entrada suave, casi aterciopelada, en forma de terrina delicada con salsa de ciruela, quenelle de camote y vegetales de temporada; mientras que en La Hacienda el plato tomará cuerpo y memoria mexicana, con un muslo en costra de piñones sobre arroz con tomate orgánico y mole de la abuela. En el restaurante japonés Ginger, el chef Ángel Rosales firmará la versión más sofisticada, elaborando una suprema rellena de hongo shiitake, con salsa de granada, puré de coliflor y vegetales a la parrilla en perfecto equilibrio.
El recorrido continuará en L’Alsace, donde el pavo se hará según la influencia francesa, con un relleno de mozzarella, espinacas y pimientos, con vegetales baby y una sutil salsa de ciruela; y en restaurante de fusión Asiática, Taman Sari, el pavo se cubrirá de especias y calidez con un relleno de carne de res y frutos secos, y una vibrante salsa Sambal.
Finalmente, los restaurantes Mar y Tierra, cada uno con su atmósfera particular, compartirán una propuesta que romperá el guión: una empanada chilena de pavo, tibia y jugosa, servida con ensalada de uvas y una elegante salsa de piquillo.
Siete espacios, siete interpretaciones y un solo objetivo: honrar la Navidad desde el sabor, la creatividad y la luz del Caribe.
El Brunch reivindica su protagonismo en las fiestas de Navidad:
Aunque recrear en casa un brunch tan espectacular como el del Valentin Imperial pueda parecer un reto, puedes inspirarte en algunas de sus ideas para elevar tus celebraciones y darles ese brillo festivo que convierte cualquier mañana en un acontecimiento.
El chef Ángel Rosales transforma el 25 de diciembre y el 1 de enero en auténticos rituales gourmet, hoy tan esperados como las cenas del 24 y el 31. Su secreto está en dividir el espacio en estaciones temáticas, en el bufé del resort, creando un recorrido de sabores que nunca deja de sorprender.
Imagina comenzar por una estación italiana con mini risottos o medallones de ternera con salsas aromáticas; seguir con una oriental de delicadezas crujientes y salmón en versiones navideñas; añadir un rincón mexicano con chalupitas, tetelas y un mini pavo con gravy servido en cucharitas; y culminar con una barra marina llena de tiraditos, aguachiles y pequeños cócteles de camarón.
Incluso puedes reinterpretar en formato degustación algunos de los iconos del hotel —como un Wellington de res o un cochinito pibil deshebrado— para lograr ese efecto sorprendente y festivo que hace de un brunch algo inolvidable.
Al final, se trata de crear una experiencia luminosa desde la mañana: platos pequeños, sabores vibrantes y una mesa que invita a celebrar. Una manera deliciosa de darle a la Navidad y al Año Nuevo el protagonismo que también merecen.
Un Fin de Año bajo el hechizo del Caribe:
La noche del 31 de diciembre incita a ponerse de gala para una velada cálida, luminosa e inolvidable en el Caribe.
Para despedir el año, el chef Ángel Rosales ha creado un menú especial de seis tiempos, disponible en todos los restaurantes, que alterna técnica, producto y belleza en cada plato: desde la ensalada de betabel con roquefort y nuez caramelizada hasta el dúo de edamame y elote coronado con aceite de cilantro; un sorbete de frutos rojos al tequila que limpia el paladar; y un plato fuerte que fusiona mar y tierra —filete de res con salsa de hongos y trufa negra junto a una langosta al vino blanco— antes de un postre de bavaroise de vainilla con frambuesa y maracuyá. Para quienes buscan una alternativa más ligera, Rosales firma también una versión vegetariana igual de elegante, con canelones rellenos de hongos y salsa de calabaza zucchini que celebran los sabores de la temporada con una delicadeza sorprendente.
Tras la cena, el hotel despliega toda su magia. La celebración comienza en la Playa del Secreto, con un espectáculo de fuego y tambores que ilumina la orilla mientras el mar marca el ritmo. Media hora antes de la medianoche, los huéspedes se reúnen en la Plaza España, vestida de gala, para bailar con la banda Imperial en una atmósfera vibrante que mezcla elegancia, energía y emoción colectiva. A las doce, la cuenta atrás estalla entre luces, brindis de vino espumoso y el sonido del Caribe acompañando la entrada del nuevo año en uno de los enclaves más bellos de México.
Porque no hay nada como celebrar la Navidad y el Año Nuevo en el Caribe: bajo el sol, junto al mar y manteniendo intactas todas las tradiciones que hacen de estas fechas un recuerdo eterno.
Fuente. Valentin Imperial Riviera Maya



































