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Cuba. Existen en el turismo de Cuba dos hoteles sumamente distinguidos en el oriente de este país, el Royalton, de Bayamo, y el Imperial, de Santiago, cuyas características más notorias consisten en la elegancia y el buen gusto.
Al margen de promociones y campañas de la industria de los viajes, tales establecimientos acaparan la mirada de personas exigentes, al apreciar la cordialidad de sus empleados y la comodidad de cada rincón de ambos que marcan una bandera de cómo debe ser la hotelería. En el centro histórico de Bayamo, segunda villa fundada por los españoles en Cuba, se encuentra el hotel Royalton, majestuosa instalación que se alza frente a la primera plaza denominada de la Revolución en Cuba.
A pocos metros del inmueble, que muestra en su fachada cuatro relucientes estrellas, se conserva la Capilla de los Dolores, en la Catedral de la Diócesis de Bayamo-Manzanillo.
Se trata de uno de los pocos locales que sobrevivieron al incendio de la ciudad en el 1869, cuando sus pobladores prefirieron verla arder antes que entregarla a los colonizadores españoles.
El Museo Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, la plaza en la cual se cantó por vez primera el Himno Nacional, y el Paseo Bayamés, son algunas de las principales atracciones que desde el punto de vista histórico y patrimonial puede disfrutar el visitante.
Aunque el inmueble data de 1942, tras la creación del Ministerio del Turismo (Mintur) en 1994, el Royalton se convierte en un establecimiento del Grupo Islazul.
En 2010, luego de una amplia remodelación, adquirió el sello de la marca E (Encanto), que distingue a los inmuebles patrimoniales, ubicados en centros históricos y en los cuales se fomenta el intercambio del visitante con las costumbres, la historia local y la vida cotidiana.
Desde la reapertura de la instalación se hospedaron en sus 33 habitaciones más de 58 mil huéspedes y la cuenta se agranda por día.
Según lo corrobora el portal digital HolidayCheck, entre los atractivos que definen al hotel como uno de los preferidos de los europeos se encuentra un bar terraza amenizado con música cubana y una excelente vista del centro urbano.
Allí se disfruta de otras comodidades, como el lobby bar y, de sobremanera, la amabilidad de sus trabajadores. El restaurante ofrece servicios de desayuno, almuerzo y cena, con platos como el ajiaco y las frituras de maíz, especialidades de la comida tradicional cubana.
Entre los servicios del Royalton, declarado Colectivo eficiente nacional, se encuentra la conexión wifi, la venta de tarjetas para la navegación, el canje de monedas y las reservaciones en otros alojamientos.
Desde la edificación se pueden programar recorridos a la Comandancia de La Plata, al Parque Nacional Desembarco del Granma, el Jardín Botánico Cupaynicú y otros sitios ubicados en la Sierra Maestra, relacionados con la historia y la naturaleza.
Es un lugar apacible, perfecto para el descanso, y el sitio idóneo, por su ubicación en el corazón de Bayamo, para conocer la ciudad Monumento Nacional.
Dicho establecimiento fue merecedor del reconocimiento internacional de calidad otorgado por HolidayCheck, el mayor portal independiente de habla alemana y el líder de ese mercado.
Ese reconocimiento aumentó el compromiso de elevar la calidad en unos servicios que satisface a más del 95 por ciento de clientes procedentes de Alemania, Francia y el Reino Unido, entre otros.
La villa San Salvador de Bayamo fue fundada el 5 de noviembre de 1513 por el explorador español Diego Velázquez.
HOTEL IMPERIAL DE SANTIAGO DE CUBA
La otra casa de descanso visitada por Prensa Latina es el hotel Imperial de Santiago de Cuba, el cual desde su entrada refleja lujo y belleza como parte de la calle peatonal Enramada, la más céntrica de la urbe santiaguera y donde se encuentran la mayoría de los centros comerciales.
Inaugurado el 21 de enero de 1916, el alojamiento cuenta con 39 habitaciones, una recepción, restaurante, tres bares, uno en el lobby, un patio, el snack bar La Joya y una maravillosa vista desde el Roof Garden El Dorado.
Desde ese sitio se aprecia una vista del centro, del Parque Céspedes y la primera Catedral de Cuba, sin embargo, la mirada desde el Imperial puede abarcar muchos más espacios populares, incluso hasta la bahía de Santiago.
Bajo la gestión del Grupo Cubanacán, el Imperial (Calle Enramadas, Esq. Santo Tomás. Santiago de Cuba) tiene categoría de cuatro estrellas y se puede decir que su elegancia es el signo distintivo.
Se trata de una edificación de estilo ecléctico y una de las piezas más significativas de la arquitectura santiaguera y del sistema de alojamiento de la ciudad durante todo el siglo XX.
Por su ubicación es apropiado para el turismo patrimonial, histórico y cultural así como el turismo de congresos y negocios.
Los cuartos están equipados con Línea de teléfono con salida nacional e internacional, televisión, baño completo con pesa, secador de pelo y agua caliente, closet con maletero y Caja fuerte, climatización, y guardarropa.
Está situado a un kilómetro del histórico cuartel Moncada y a dos del Cementerio de Santa Ifigenia. La Bahía de Santiago de Cuba se encuentra a un par de minutos y también está cerca la Catedral basílica de Nuestra Señora de la Asunción.
Las opciones de turismo cultural incluyen el Museo Municipal Emilio Bacardí Moreau, situado a 350 metros de distancia, entre otros atractivos.
Son muchas las razones por las cuales el Imperial es considerado una Joya. La primera es que tiene el sello de uno de los más importantes arquitectos cubanos, el renombrado Carlos Segrera (1880-1922), considerado el precursor de la modernidad en Santiago de Cuba.
Otra fue su altura, muy poco común para la época entre los años 1914 y 1915, la que causó admiración en la población. Una característica que sin dudas singulariza este edificio es su elaborado diseño de decoración que se resume a una sola idea: ningún piso luce igual a los demás.
Los balcones que recorren ambas fachadas del inmueble, prometen, y cumplen, visuales de la urbe que solo conocían quienes décadas atrás pudieron disfrutar de este hotel.
En 1999, el poeta Jesús Cos Causse (1945-2007) escribió: En estos cuartos habitan suspiros/ y espíritus de antiguos enamorados, besos encendidos, / conversaciones secretas, sollozos, caricias, discusiones/ de amores hasta entonces eternos y que terminaron entre estas// paredes.
Ambos hoteles mencionados se pueden caracterizar con la sencilla frase de Elegancia y Buen gusto.
