Una de las características principales de Guatemala, es su cultura predominantemente maya, porque vivieron en ese territorio durante casi 600 años, hasta antes de la conquista española que, en caso del país latinoamericano, se dio en 1523. Algo que se recoge en todos los libros de historia, y que ha dado pie al casino en línea Betway para la realización de un exhaustivo informe.
Esta se combina con lo que los pueblos indígenas originarios y las colonias afroamericanas aportan, además de lo que la cultura de la religión católica, prevaleciente en casi toda Latinoamérica, tuvo como influencia bastante importante.
Cada región celebra a sus santos patrones, además de que las celebraciones más importantes de ámbito religioso se comparten con los demás países de la zona sur del continente, como la Pascua, la Navidad, etc.
Sin embargo, las cuatro culturas predominantes todavía ejercen una influencia grande, porque se mantienen muchas de esas numerosas etnias. Sí, la mayoría son mayas, pero también encontramos la cultura ladina, la xinca y la garífuna, con sus respectivas herencias culturales que significan mucho para sus pobladores.
Es entonces que, siendo lo maya lo que más destaca, podemos apreciar muchos de los trajes tradicionales, donde algunas de las etnias más tradicionales se siguen vistiendo de esa manera. Es un tipo de falda, llamado corte, que usan los hombres, haciendo una especia de pantalones que se llaman “Pati”.
La herencia más importante la encontramos en la gastronomía. El maíz es el elemento preponderante en los platillos típicos, y es la base nutrimental de todo el país. Recordemos que los mayas tenían la creencia de que, de este cereal, fue creado el hombre.
La celebración de esta ceremonia se llama Sac Ha, que se mantiene vigente, la cual se realiza con una bebida preparada a base de este grano. Se coloca en un altar de madera que está rodeado por cuatro piedras, en representación de los cuatro puntos cardinales.
Si hablamos de lo que dejó la cultura xinca, encontraremos que, en las regiones de Escuintla, Santa Rosa, Jalapa y Jutiapa, la vestimenta es mayormente blanca, distinguida porque las mujeres se trenzan el cabello.
Aquí la dieta es meramente a base de frijoles y tortillas. El maíz se mantiene, pero los platos típicos varían, como el caldo de chipilín, el pixtón de arroz y el frijol kamawa.
En cuanto a lo que los garífunas aportaron a toda esta combinación magnífica de elementos ancestrales, encontramos que la mayoría son descendientes de afroamericanos, extendiéndose a Belice, Nicaragua y Honduras.
Son, a todas luces, los más distintivos, puesto que su idioma, la música y la danza, reconocidas por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, son utilizados para transmitir sus conocimientos ancestrales. Para crearla, se utilizan percusiones en tambores de caoba, junto con instrumentos de viento que se tallan de madera que sólo se encuentra en Latinoamérica.
Aquí la gastronomía tiene un cambio importante, puesto que lo más utilizado es la yuca, los cocos, los plátanos y el pescado.
La tradición indio bárbaro, que viene directamente de esta etnia, es tan característica de Guatemala que también forma parte de su universo turístico. Un hombre, disfrazado con una máscara, se unta aceite quemado o achiote para tratar de manchar a los espectadores. El truco es darle dinero para que no lo haga.
Y, en cuanto a la herencia ladina, muchas de esas tradiciones vienen de la colonización, por lo que son muy parecidas a las encontradas en el viejo continente. La Semana Santa, por ejemplo, es celebrada de la misma forma, pero con su toque adaptado de la región.
Sin duda, Guatemala ofrece mucho de lo que es importante pero que no se encuentra tan a menudo: saber de dónde venimos, para establecer a dónde vamos.
Fuente. Media Digital