Costa Rica. Ruth Guevara nació y se crió en Guanacaste, estudió Dibujo Técnico en San José y trabajó en la capital desde el año 1996 y hasta el 2015 en un negocio familiar con su exmarido. Ahí elaboraban sellos para impresión de cajas, bolsas plásticas y envases por medio de láminas industriales. Sin embargo, hace más de 8 años dio un giro a su vida, se regresó a Nicoya y apoyada en sus conocimientos como dibujante, decidió dedicarse a las artesanías creando la empresa “Creaciones Imperio Colonial”.
El negocio se llama así por una combinación entre su historia familiar y la comunidad donde reside, pues Nicoya es la primera ciudad colonial de Costa Rica e “Imperio” es la finca de sus papás, a la que ella y sus hermanos le dicen cariñosamente “Hacienda Imperio”, pues pese a las carencias, sus progenitores lograron sacar adelante a los cinco hijos y actualmente todos son profesionales destacados del país.“Es el imperio de la familia Guevara, ahí se resume el esfuerzo, los valores y todo el legado dado por nuestros padres”, dice Ruth.
Suiza, Italia, Japón, El Salvador, Colombia y España son algunos de los destinos donde han viajado sus artesanías y gracias a ese esfuerzo, Guevara fue seleccionada por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) para formar parte de la serie fotográfica y audiovisual “Rostros del turismo”, la cual muestra, como parte de una táctica de comunicación, a algunos de los miles de integrantes del sector sobresalientes por su innovación, esfuerzo, deseos de superación, entre otras cualidades.
La historia de Guevara, así como la del también artesano Elpidio Chavarría, se comparten estos días en el marco de la celebración este 25 de julio de los 199 años de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica .
Como guanacastecos de nacimiento, ambos representan con orgullo y mantienen la cultura de la provincia através de las artesanías que elaboran. “No hay palabras para describirlo, haber sido seleccionada (como un Rostro del Turismo) es saber que lo que estoy haciendo, lo estoy haciendo bien y que hay gente que lo valora. Uno tiene un potencial muy grande y a veces no lo reconoce; esto es un impulso, demuestra que nuestro trabajo es valioso y estamos transmitiendo lo que es el país, la cultura”, indicó la madre de tres hijos y abuela de cinco nietos.
Ella es integrante del colectivo La Choreja, del programa “Artesanías con Identidad” del ICT, donde llevó un curso por 8 meses para perfeccionar sus productos de acuerdo a la calidad buscada y con el objetivo de que enamore a nacionales y extranjeros a comprarlos.
El camino forja a la emprendedora artesana
Ruth realizó su primer trabajo como artesana con 6 botellas de vidrio con imágenes de manigordos, tucanes, perezosos, colibríes e iguanas que una amiga compró para llevárselas a su casa en los Estados Unidos. Con el paso del tiempo, Guevara pasó a trabajar con reciclaje de telas, papel maché, la pasta das y fue probando también la cáscara de huevo y el cartón hasta llegar a su principal producto: la porcelana fría.
Ruth considera que el trabajo que hizo antes de regresar a Guanacaste fue valioso porque combinó las artes gráficas con el diseño y fue un gran empuje e impulso para llegar a hacer las artesanías. “El turismo es parte de nuestra vida, es transmitirle al visitante un poquito de nuestra esencia como nicoyanos, como guanacastecos y costarricenses en general. No hago artesanías solo de la zona, sino de todo el país, quiero transmitirle al turista un poco de nuestras vivencias, de cómo somos y sentimos por medio de una artesanía”, explicó.
Las redes sociales son su principal medio de promoción y envía algunas de sus piezas al stand de artesanías del ICT en el Mercado Municipal de San José, donde se venden sus materiales. Precisamente, esta semana Guevara inaugurará su propia tienda en el barrio San Martín, de Nicoya, 200 metros al oeste y 200 metros al norte de la tienda Ekono, para que puedan comprarlos también allá. Guevara reconoce que la pandemia le afectó porque al no haber turistas nacionales y extranjeros, los productos no tenían salida y debió encontrar otra forma para generar dinero.
Consultada sobre qué transmite cada una de sus artesanías, Ruth contesta que “felicidad y un recuerdo de la zona” y, en una artesanía va parte de la experiencia vivida que nos hizo felices por lo aprendido y disfrutado. Ruth también imparte talleres a personas con alguna discapacidad y a los que deseen hacer de la artesanía su forma de llevar ingresos al hogar. “Cada una de mis artesanías es un poquito de felicidad empacada en cultura”, finalizó.
Fuente. ICT