En esta época en donde el trabajo en casa (teletrabajo) se ha vuelto una necesidad o la educación es híbrida, nos encontramos con que la red es muy lenta o hay lugares en donde apenas llega. Esto debido a que las construcciones en el país son de concreto (las más antiguas) o son muchos los usuarios que hay para el ancho de banda contratado. El ancho de banda es como la carretera, en donde si hay muchos vehículos (dispositivos conectados), el tráfico se vuelve más intenso.
Según estudios, para un hogar de 4 personas en donde ambos padres trabajan desde casa y dos hijos conectándose a la escuela, el promedio requerido es de 45 Mbps para estar holgados. Esto asumiendo que todos están en videoconferencia al mismo tiempo. Así es que el primer consejo para tener una señal estable es ampliar la velocidad a un mínimo de 40-45 Mbps. Se calcula que en promedio un hogar tiene 11 dispositivos conectados constantemente al WiFi (computadoras, teléfonos, tablets, televisores, etc.) Un hogar inteligente (automatizado), puede llegar hasta 25 (además de los anteriores, focos inteligentes, tomacorrientes inteligentes, Alexa o Google y todo lo que estos controlan).
¿Cómo lograr esta misma velocidad en toda la casa?
El otro aspecto para considerar, tan importante como el anterior, es la distancia a la que se está del modem. Entre más lejos coloquemos los dispositivos del modem proveído por el operador de cable, menor será la velocidad y estabilidad que tenga la señal. Esto debido a paredes, objetos, closets, baños, etc. Para solucionar el problema de distancia (cobertura) actualmente existen dos soluciones en el mercado: redes con tecnología MESH y repetidores de señal.
La red con tecnología MESH son un conjunto de dispositivos que permiten mejorar la cobertura inalámbrica. La idea es ofrecer una mejor cobertura en lugares donde no hay cobertura o la calidad es muy limitada. Todo esto se traduce en mejor estabilidad y velocidad. Un sistema MESH está compuesto por una pieza principal, que puede ser el router o la estación primaria, y los demás son los satélites. Estos satélites pueden ser uno o varios interconectados de manera inalámbrica que se comunican entre ellos.
Un repetidor toma la señal originada por el router y la repite por todo el lugar. Por lo tanto la señal puede debilitarse entre más lejos esté del dispositivo. Esto puede utilizarse en lugares pequeños en donde únicamente se requiera ampliar a un repetidor.
Ventajas y desventajas de cada solución
El repetidor por lo general es más económico. Si el lugar es pequeño funciona muy bien. Lo único que hace es repetir la señal desde y hacia el router en la frecuencia que se utilice.
Un sistema MESH se comunica con un mismo router, pero también los satélites se comunican entre ellos, lo cual permite que la comunicación sea más rápida. Trabajan en conjunto para ver cuál de los satélites es el que está mejor posicionado (el más cercano sin importar donde esté el router) para atender las solicitudes de un dispositivo. Esto agiliza todo y permite que siempre haya cobertura con velocidad.
Otra ventaja del sistema MESH con respecto al repetidor es que permite crear una red única. No estamos ante diferentes puntos de acceso independientes. Esto permite ir de un lado a otro sin tener que desconectarnos de un punto y conectarnos a una red diferente cada vez que nos movemos.
“Es importante tomar en cuenta a la hora de decidirse el sistema a adquirir, el tamaño del área a la que se le va a dar cobertura. Si es una casa de dos pisos construida de paredes de concreto en el interior no hay mejor solución que la MESH. Si es un apartamento de una habitación, un repetidor puede ser suficiente. Lo más importante es sacarle provecho al ancho de banda que se contrata con el operador y que sea el mismo en toda la propiedad. Ambas soluciones puede instalarlas en casa el usuario o bien pedir ayuda a un experto” señaló David Hernandez experto en redes.
En Guatemala encontramos sistemas MESH en las distintas tiendas que varían por precio y calidad.
Fuente. Periódico Digital Centroamericano y del Caribe
