El Salvador. Para 2023, la cantidad de personas que sufren hambre a nivel mundial podría subir entre 7.6 y 13 millones, mientras que en América Latina y el Caribe se proyecta que el incremento ronde entre 350,000 y 640,000 personas, a causa del conflicto en Ucrania, según un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Entre 2019 y 2021, 3 millones de salvadoreños sufrieron inseguridad alimentaria moderada o grave, es decir que no tuvieron dinero o recursos suficientes para llevar una dieta saludable; otro millón de personas se encontró en inseguridad alimentaria grave, lo que significa que se quedó sin alimentos y estuvo un día sin comer varias veces durante el año.
«El 2023 genera dudas por lo que se arrastra, el escenario de hambre previo por los efectos del covid y por la guerra que todavía no podemos ver en toda su dimensión las consecuencias. Sin duda la tendencia parece no ser nada positiva y la inseguridad de no poder tener el nivel de producción de alimentos en 2023, es un elemento realmente preocupante», comentó el subdirector general de la FAO y representante regional de FAO para América Latina, Mario Lubetkin, quien aclaró que las cifras pueden modificarse.
El informe Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional de América Latina y el Caribe 2022, publicado por la FAO y otras agencias de Naciones Unidas, indica que en la región 56.5 millones de personas padecieron hambre en 2021, esto supone un aumento de 13.2 millones personas respecto a 2019 y de 20.6 millones respecto a 2015.
DIETAS SALUDABLES CARAS
El documento señala que las dificultades para acceder a una dieta saludable se han agravado a causa del aumento de precios internacionales de alimentos experimentado desde el año 2020, especialmente después del inicio del conflicto en Ucrania.
El estudio revela que 131 millones de personas en América Latina y el Caribe no pueden acceder a una dieta saludable. En promedio, la región tiene el costo más alto de una dieta saludable en el mundo, con $3.89 al día, frente a $3.54.
«Las personas de menores ingresos gastan una mayor parte de sus presupuestos en comida y si los precios al consumidor suben, los hogares pobres se verán aún más afectados que aquellos de mayores ingresos esto debido a que se reduce la cantidad y cambia la calidad de los alimentos», manifestó el subdirector general de la FAO.
«Realmente tenemos una región con la dieta saludable más cara del mundo y esto causa una prevalencia de inseguridad alimentaria desproporcionadamente alta sobre todo en las poblaciones más vulnerables, pueblos indígenas, zonas rurales y mujeres» señaló Lola Castro, directora regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
El Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) ha insistido en el riesgo que los altos precios de los alimentos significan para la seguridad alimentaria en El Salvador.
Por ejemplo, según los registros de la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos (ONEC), en diciembre de 2022, una familia en la zona urbana necesitó $240.37 para alimentarse y en la zona rural $181.54, los precios más altos pagados por los salvadoreños desde 2001.
Fuente: La Prensa Gráfica.