Panamá. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y su homólogo de Panamá, Laurentino Cortizo, sostendrán una reunión bilateral aprovechando el septuagésimo octavo periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas que se realizará en Nueva York, Estados Unidos, entre el 19 y 26 de septiembre de 2023.
“Compartimos con Colombia muchas cosas, no solo historia (…) hay muchos temas propositivos que pueden ayudar a avanzar una agenda, donde la migración se incluya”, aseveró la canciller de Panamá, Janaina Tewaney.
Ambos países enfrentan una creciente crisis migratoria en la frontera que comparten. Se estima que hasta agosto cerca de 300.000 personas han cruzado la selva de Darién, que posteriormente son transportadas en buses hasta la frontera con Costa Rica. La problemática ha generado tensión entre ambas regiones hermanas.
La visión de Panamá de los flujos migratorios está inclinada a un tema humanitario. En Colombia, sin embargo, la migración irregular es un derecho de tránsito.
A pesar de las diferentes posturas, todos los países que están experimentando los efectos de la crisis migratoria coinciden en que la solución no puede ser unilateral, sino regional.
Las autoridades panameñas señalan que la selva darienita les impide establecer un registro certero del número de migrantes que ingresa por esta ruta. Y por tanto correspondería a los colombianos hacer ese recuento. Pero ocurre que los números de migrantes que reporta Colombia no concuerdan con los que recibe Panamá. Colombia, en su parte, argumenta que los migrantes tienen derecho a un tránsito libre en su búsqueda por una mejor vida.
Muy recientemente el presidente colombiano se reunió con su homólogo costarricense Rodrigo Chaves.
En ese encuentro, los mandatarios abordaron diversos temas. Sobre migración, Petro dijo escuetamente que es “un fenómeno creciente sobre el cual tenemos que construir una política común latinoamericana”.
Fuente: La Estrella de Panamá.