Panamá. En su totalidad, el comercio marítimo es responsable del 80% del comercio global. La importancia del Canal de Panamá es, por ende, indudable. El 6% de todo el comercio marítimo mundial pasa por este tramo de agua de 50 millas de largo. El 40% de todo el tráfico de contenedores de Estados Unidos (EE.UU.) pasa por aquí cada año, o aproximadamente $270 mil millones de dólares en mercancía. La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) informó que, en los 12 meses de 2022, más de 14.000 barcos cruzaron el Canal de Panamá.
A pesar de la reducción del número de barcos que pueden pasar y la reducción del calado, algunos países han estado dispuestos, a través de subastas, a pagar cifras millonarias por tener la prioridad de paso, lo cual “refleja el valor de la ruta y al mismo tiempo, el valor que el mercado le otorga al tránsito por Panamá”, dijo el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez Morales, en una rueda de prensa del mes pasado. Sin embargo, los desafíos siguen latentes en un nuevo mundo en el que el cambio climático ha provocado sequías y unos patrones de lluvia excéntricos en todos los sentidos.
De ahí que la ACP firmó, en 2021, un contrato con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (USACE) para recibir consultorías y asesorías técnicas en el desarrollo de un proyecto que desde 2020 busca garantizar la disponibilidad de agua para abastecer a la población y garantizar las operaciones de la vía interoceánica para los próximos 50 años. Dicho proyecto se llama Programa Hídrico y contempla el uso de los ríos Indio y Bayano para suministrar agua dulce, ya que según la Ley 28 de 2008 el Canal de Panamá no está autorizado a crear embalses. Aunque la Asamblea Nacional (AN) y el órgano Ejecutivo aprobaran una norma que flexibilizara la Ley 28, este sería solo “una parte de la solución”, según dijo Vásquez. El desafío consiste en buscar múltiples soluciones y flexibilizar las leyes. Pero esto puede ser un cuchillo de doble filo. Por un lado, crear nuevos embalses causaría el desplazamiento de habitantes que viven en esas áreas, por otro, obstaculizar nuevas alternativas dificulta el crecimiento de una vía acuática que desde 2016 ha visto una ampliación que duplicó su capacidad.
“Para el Canal de Panamá esta es una situación preocupante y difícil, complicada, compleja. Porque el tránsito de buques depende exclusivamente de agua dulce”, dijo a los medios Nelson Guerra, supervisor hidrológico del Canal de Panamá.
El Programa Hídrico tiene un costo de $2.000 millones y se esperan resultados para finales de 2025, lo cual garantizaría unos adicionales 1.400 millones de metros cúbicos de agua para el Canal de Panamá.
¿En qué consisten las nuevas medidas adoptadas para la ACP?
Vásquez destacó, entre las medidas, la técnica de llenado cruzado en las esclusas panamax, que consiste en transferir agua lateralmente de la cámara izquierda a la cámara derecha y viceversa para reciclar y reducir la cantidad de agua requerida para cada esclusaje, una técnica que produce ahorros importantes, especialmente en las esclusas de Pedro Miguel.
Para las esclusas Neopanamax, se sigue utilizando el sistema de tinas, también con el propósito de ahorrar agua en estas nuevas y más grandes divisiones. Una de las medidas más utilizadas por la ACP ha sido la reducción de calado, que es cuando el barco viene despojado de algunos de sus contenedores con el propósito de reducir su peso y así necesitar menos agua durante el paso por las esclusas. Dichos contenedores vienen luego transportados por vía terrestre de un puerto a otro y eso causa un retraso en el paso de cada barco y un costo adicional.
Otra medida es establecer dos componentes para el cargo de agua dulce, un componente fijo y uno variable. El componente fijo consiste en cobrar $10,000 adicionales para cada buque de 91 pies de ancho o más, mientras que el componente variable consiste en cobrar una sobretasa adicional a esos $10,000. Esta sobretasa se calcula en función al tonelaje del buque y depende exclusivamente del nivel del Lago Gatún. Para entendernos, si al inicio del día en el que va a transitar un buque que normalmente paga $500,000 para usar el Canal de Panamá, el embalse del Lago Gatún se encontrase en 76 pies, el barco pagará un aumento del 9,73% según su tonelaje. Ambos componentes, o cargos (el fijo y el variable), significan un aumento del 11,7% para un buque que paga $500,000 en peaje. Si el embalse del Lago Gatún se encontrase en 86 pies de altura, que es muy cerca a la altura ideal, el recargo fijo quedaría en $10,000 y la sobretasa quedaría en 1,42% de aumento según tonelaje, o un aumento total del 3,4%. Según la altura del Lago Gatún en un determinado día, la sobretasa variable puede oscilar desde un mínimo de 1% a un máximo de 10%. Esta medida quiere evitar recurrir a reducciones de calado, lo cual involucra un costo mayor en tiempo y dinero. Cada buque tiene acceso a esta información en tiempo real a través del acceso a información pública del sistema de la ACP en su página Web. De esa forma, el naviero puede decidir qué calado transportar a través de la vía acuática en un determinado periodo.
En otra medida que busca proveer certeza al tránsito de los buques que pasan a diario por el Canal de Panamá, la ACP decidió desde 2020 cobrar un cargo que oscila entre $3,500 y $5,000, según el calado, para registrarse en el itinerario de tránsito, lo cual será usado como crédito al momento de pagar el monto total por peaje y que no es rembolsable en caso de no utilizar el Canal.
Cabe destacar que estos dos componentes evitan de que los aportes monetarios del Canal de Panamá al Producto Interno Bruto (PIB) se vean afectados, ya que una reducción del tonelaje vendría equilibrado por el recargo del uso de agua dulce.
Aunque pareciera un aumento del peaje, la ACP asegura que estos recargos, que también se conocen como “tasas por falta de agua”, son utilizados en otras partes del mundo por la industria marítima, como por ejemplo los puertos, y que es parecida a un ajuste en las tarifas de electricidad que también dependen del agua.
El uso de agua dulce es transcendental para el Canal de Panamá. Las medidas que usa la ACP para ahorrar agua se basan en el constante monitoreo sobre su disponibilidad, en particular modo del Lago Gatún, con el fin de optimizar el uso de la misma, tanto para consumo humano como para el Canal. Para reducir el uso del agua, cada año se suspende por temporadas la producción de energía en la hidroeléctrica de Gatún.
“El uso de agua dulce es transcendental para el Canal de Panamá. Las medidas que usa la ACP para ahorrar agua se basan en el constante monitoreo sobre su disponibilidad, en particular modo del Lago Gatún, con el fin de optimizar el uso de la misma, tanto para consumo humano como para el Canal”.
El Río Indio sigue siendo una opción viable. En un comunicado, la ACP anunció que “el Estado tendrá la opción de decidir sobre su ejecución considerando todos los aspectos sociales y ambientales del área, o bien utilizar la información generada para el desarrollo de otros proyectos y la gestión de esa cuenca”, y que el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) se ha encargado de ejecutar estudios ambientales y sociales.
En cuanto a la deforestación de la cuenca del Canal, la ACP admitió que se presentan disminuciones leves de bosques, ya sea por intervención humana o por fenómenos naturales, y que la ACP trabaja con las comunidades aledañas para ejecutar proyectos de reforestación y protección de los bosques, y que estas medidas incluso superan ampliamente las afectaciones causadas por la deforestación.
Se estima que, durante los últimos 10 años, la cuenca del Canal ha perdido 125 hectáreas cada año, y que la ACP trabaja con unos 1.700 lugareños con los cuales ha llegado a reforestar unas 8.150 hectáreas a través de programas para la recuperación de la cobertura vegetal, como Incentivos por la Protección de Bosques, gracias al cual se protegen unas 1.500 hectáreas.
A través del Plan Nacional de Seguridad Hídrica, la ACP, en conjunto con MiAmbiente, busca optimizar el sistema de administración de agua de los lagos Gatún y Alajuela, “modernizando y fortaleciendo la administración del recurso hídrico, considerando para ello elementos tecnológicos y de ingeniería, enmarcados en la eficiencia, manejo integrado del recurso y la gestión social y ambiental”. Además, se buscan nuevas alternativas para buscar fuentes de agua, incluyendo la evaluación de estudios previos.
Con todas estas medidas se busca solucionar el problema de la escasez de agua a corto, mediano y largo plazo, siempre teniendo en mente el desarrollo sostenible y socioambiental de las áreas de la cuenca del Canal de Panamá.
Fuente: La Estrella de Panamá.