Panamá. Luego de tres años de ausencia por la pandemia, el centro de convenciones Atlapa se prepara para recibir la XLIII Feria Nacional de Artesanías, el mayor evento artesano del país, organizada en esta oportunidad por el Ministerio de Cultura (MiCultura).
Esther Pérez, directora nacional de Artesanías de MiCultura, explicó a La Estrella de Panamá que si bien están siguiendo los parámetros del Ministerio de Comercio e Industrias (Mici) –el anterior organizador– se busca agregar una esencia propia. “Vamos a tener actividades diferentes a las de los otros años, pues contaremos con un pabellón educativo que busca recalcar la importancia de las artesanías nacionales y el valor que tiene desarrollar un relevo generacional dentro del renglón”, aseguró.
“Esta feria convoca a la mayor cantidad de artesanos del país para que ofrezcan sus productos sin intermediarios”, detalló Pérez. Agregó que la estadía y el transporte de los productos corren por parte de MiCultura.
Aliro Conquista, quien ha formado parte de la feria por más de 20 años y lleva casi 50 dedicándose a la confección de piezas artesanales, aseguró que se trata de un evento de gran importancia para los artesanos nacionales. “Desde que llegó la pandemia no se ha realizado [esta feria] y eso es muy duro para nosotros, porque casi no tenemos clientes”, confiesa el artista darienita dueño de un puesto de venta ubicado en el centro de artesanías de Panamá Viejo.
“Esta feria es importante, porque siempre vendemos algo, aunque ya no tanto como antes”, añade Conquista.
Para la artesana santeña Keyda Broce, con más de 40 años en la industria, lo importante de la feria es que permite a los comerciantes generar una agenda de clientes, para tener un flujo constante de venta.
“El evento, que se desarrollará del 26 al 30 de julio, es visto por Pérez como una oportunidad para destacar el trabajo de los artistas nacionales, pues habrá concursos de polleras, de camisillas, y artesanos destacados”
“Esta feria es buenísima para las personas que viven en el interior, porque es muy barato participar y se les da a los que participan un espacio limpio y cómodo para exponer sus productos”, pondera la comerciante en entrevista con ‘La Decana’.
Es por eso que, a criterio de la comerciante, la ausencia de la feria fue bastante resentida por parte de los artesanos. “Para muchos en el interior fue bien difícil que se dejara de hacer, porque fueron años de ventas prácticamente nulas”.
El evento, que se desarro llará del 26 al 30 de julio, es visto por Pérez como una oportunidad para destacar el trabajo de los artistas nacionales, pues habrá concursos de polleras, de camisillas, y artesanos destacados.
Se trata de una edición de la feria más pequeña que otros años, porque se habilitaron 434 espacios para los puestos de artesanías, en lugar de los más de 500 que había en otras ediciones, pues parte de las instalaciones están siendo ocupadas para las actividades de Panamá Solidario.
Esta disminución de la cantidad de artesanos invitados es vista con buenos ojos por Broce, quien tras más de 10 años formando parte del evento, considera que la reducción ayuda a que se haga hincapié en otros tipos de trabajos. “Hay gente que lleva aretes, bolígrafos y otros detalles pequeños, esto no está mal, pero le quitan espacio a los comerciantes que llevamos polleras, camisillas, camisolas y otros productos más grandes”.
Pérez, directora nacional de Artesanías de MiCultura, confiesa que esta reducción de participantes ha tenido un recibimiento mixto entre los fabricantes, pues “no ha sido del agrado de todos”. “Es muy difícil decirle a un artesano que no fue aceptado, pero tenemos que enfocarnos en el desarrollo de la feria”, pondera la funcionaria, quien asegura que se intentará aumentar la cantidad de participantes para el próximo año.
Sobre la preparación del evento, la directora de Artesanías de MiCultura señala que se está haciendo contacto con los artesanos acreditados del país. Además de incluir presentaciones del Ballet Nacional de Panamá, la Orquesta Juvenil de la Red de Coros y Orquestas Juveniles, el sorteo dominical de la Lotería Nacional de Beneficencia, presentación de conjuntos folclóricos y otras actividades.
El evento tiene previsto superar los 30 mil asistentes y la entrada costará $3 para el público general, $1,50 para jubilados, y los menores de 12 años entran gratis. El costo que los artesanos deben pagar por el espacio varía de acuerdo con la categoría del sitio, partiendo de $60, sube a $120 para que realicen talleres y $1.000 para aquellos que tengan puestos de gastronomía. Estos precios incluyen la totalidad de la feria además de mesas, manteles y sillas.
En total, 675 aspirantes enviaron sus catálogos de productos para ingresar a la feria, y aunque solo participarán 434, Pérez comenta que tienen cientos de reserva en caso de que algunos de los escogidos se retiren.
Fuente: La Estrella de Panamá.