Cuba. “Fascinantemente mundo es el disco que nunca quise hacer. Uno no quiere hacerle un disco así al amigo de 40 años que nunca lo podrá escuchar. Ahora Santi debe estar riéndose de mí con los amigos, pero sabe que no podía morirme sin hacerlo… y, al final, él está en el último tema, ‘Resumiendo’”.
El productor Enrique Carballea confió en el talento de los jóvenes que eligió para cantar a Santiago Feliú. Confió, además, en los músicos a quienes convocó para grabar este álbum, y en especial, en Ruly Herrera, quien asumió arreglos y compartió la producción. Hoy le emociona el premio Cubadisco recibido en Antología y Versiones, pero ante todo le complace el reconocimiento a una obra imperecedera.
“Este álbum tuvo tres nominaciones, y creo que debería haber estado en Sonido, porque fue muy profesional el trabajo que hizo Luis Durán. No obstante, con este premio se reconoce el trabajo de todos: los arreglos de Jorge Aragón, de Roberto Luis Gómez, las interpretaciones de Yusa, Camila Guevara, Kelvis Ochoa, David Blanco, Polito Ibáñez, Miguel Díaz-Canel Jr., Haydée Milanés, Javier Ruibal, Héctor Téllez Jr…
“Es un disco maravilloso. Cuando lo estábamos planeando, que es un momento tan valedero como el resultado del trabajo en el estudio, todos coincidimos en que era un proyecto exquisito. Busqué a Katia Hernández, la diseñadora; la foto es de Adalberto Roque, amigo de Santi. Fue un trabajo de conjunto, de equipo… Creo en la contraparte como concepto de vida.
“No es un homenaje, Santiago se ofendería profundamente. Es una fiesta de los sentidos, del amor. Le agradezco mucho a Alpidio Alonso, que de inmediato me apoyó. La disquera Colibrí que apoyó mucho en el trabajo de comercialización, de conceptualización.
“No me dejé tentar por los temas conocidos de Santiago, más bien busqué en la oscuridad. La última conversación que Santiago y yo tuvimos fue, justamente, hacer un disco a dúo con Javier Ruibal. Lo planificamos mucho, pero quedó pendiente, y por eso saldo la deuda en este disco”.
“No es un homenaje, Santiago se ofendería profundamente. Es una fiesta de los sentidos, del amor”.
Definitivamente, complacido con el resultado…
Fascinantemente mundo me da dolores y sabores, pero más lo último. Estoy contento. Es un disco de productor. Ya he hecho 60, experiencia tengo. Premios, nominaciones… el ego está complacido. Aunque te digo, este no es un disco de ego. Es un disco de profundidad, de detalle, de cuidado del detalle, de no hacer concesiones. Mi mamá me dijo hace tiempo: a los vivos, el respeto; a los muertos, la verdad.
“Nunca digo que Santiago murió, sino que está en presente. Entonces quise cuidar el detalle. Ruly puede dar fe de ello, porque le indicaba por dónde no irnos de riesgos. Es como mi hijo, lo adoro, y admiro mucho su trabajo”.
Tras recibir el galardón el pasado sábado 13 de mayo, Ruly publicaba en sus redes sociales: “Como dije ayer en la gala, feliz de haber recogido este premio tan especial para mí. Asumir esta responsabilidad fue algo muy grande en mi carrera. Gracias una vez más a ti, querido Enrique Carballea, pero realmente quien fue premiado es nuestro Santi, su obra inmensa, esa es la que siempre será premiada y ganará todo”.
Este Cubadisco también te otorgó un Premio Especial.
A mí no, a la trova cubana…
Me llamaron para pedirme una antología de la nueva trova. Lo pensé mucho. Se ha dicho que la nueva trova fue la banda sonora de la Revolución, pero considero que también fue su diccionario. Este es un país donde la gente le cantó al amor durante muchos años, y un día empezaron a cantarle a la guagua, a la croqueta, a la gasolina, y desgraciadamente el concepto poético se perdió.
Yo crecí en época de poesía. Fui estudiante de la secundaria cuando las canciones de este tipo eran mal reconocidas. Nunca pensé que conocería a Noel Nicola, a Pablo, a Silvio, a Emiliano… Ellos me mostraron caminos y canciones que las personas no tenían.
Para este proyecto llamé a Fidel Díaz-Castro y trabajamos mucho. Es un disco democrático, gente que vive en Cuba y gente que no, pero está la obra. Canciones de 160 autores, más de 300 canciones. Es terrible porque tenía como impronta a Jorge Rodríguez, el de las grandes antologías de la Egrem. No repetir es difícil, pero existen canciones imprescindibles… No podía dejar de incluir “Yolanda” o “La era esta pariendo un corazón”, pero incluí muchas otras.
Me da gozo este Premio Especial porque lo recibí en nombre de Sara, Noel, Eduardo… gente extraordinaria, a quienes les agradezco tanto. Esos 10 discos me hacen feliz.
¿Qué proyectos nos presentarás próximamente?
Tengo otro proyecto en la cabeza, volviendo a Santi. Quiero hacerlo rockero, con jóvenes de esos que van cantando de garaje en garaje, como empezó él. El rock se hace así, desde el dolor, no desde el acomodamiento. Me gusta esa idea, buscarle esa sonoridad diferente a sus canciones.
Ahora haré otro disco de Silvio, 14 temas inéditos de los años 60; Silvio tuvo la delicadeza de abrirme sus archivos. Nació en los días en que estaba terminando el disco del Grupo de Experimentación Sonora del Icaic. Estudié mucho esa época. Trabajé con Silvio mucho tiempo, conozco algunas de esas obras que tiene escondidas por ahí. Le pedí varios títulos, entre ellos “Blanco”, y le dije que nombraría el álbum: El álbum blanco de Silvio Rodríguez, aludiendo a The Beatles. Escogí varias canciones: “Balada de las ratas”, “La alondra y el pavo real”, una que le dedicó a Pablo y a Yolanda… Ruly me acompañará en este trabajo. Serán también voces jóvenes, porque sigo pensando en ellos, que tienen esa arrogancia maravillosa, te transmiten vitalidad creativa. Además, necesitan conocer la buena música.
“Se ha dicho que la nueva trova fue la banda sonora de la Revolución, pero considero que también fue su diccionario”.
Como lo hablamos en otro momento, continúa el divorcio entre Cubadisco y la realidad musical cubana…
El filósofo Francis del Río, con quien habló por teléfono horas y horas, me ha dicho que lo que pasa con Cubadisco es que ninguna de sus canciones se escucha en las fiestas de la noche, en los conciertos populares. Cuando las bocinas de las motos se encienden, es otra cosa.
Me sorprendo mucho porque en este país se hace mucho por la infancia, por la cultura, se invierte tanto dinero en la industria discográfica… Y si eso después se queda en un archivo es una irresponsabilidad.
En un país donde todo se legisla, no entiendo por qué las bocinas siguen ofendiéndonos, por qué las fiestas infantiles agreden el oído y los niños bailan esas canciones. Eso le hace tanto daño a los músicos, a la gente, a la cultura en general.
Si Cubadisco, que es un evento extraordinario, no es capaz de arañarle una gotica a tanta mediocridad, hay que volver a sentarse a pensar, a rediseñar, para ver de qué manera se acerca la música cubana a la realidad cubana. Hay que educar a los más jóvenes, por eso trabajo con ellos.
Fuente: La Jiribilla.