Panamá. La pretensión de los hermanos Luis Enrique y Ricardo Alberto Martinelli Linares de buscar la ratificación como diputados suplentes del Parlamento Centroamericano (Parlacen) ha originado una disputa entre los diputados de la Asamblea Nacional (AN), sobre si Panamá debería mantenerse o abandonar el organismo.
El diputado de la bancada de libre postulación Gabriel Silva declaró que Panamá debe dejar de formar parte del Parlamento Centroamericano porque le cuesta al país más de $1,7 millón anuales, y que a su juicio no hay beneficios tangibles y materiales para la población.
“¿El Parlacen ha repercutido o ha tenido algún beneficio para el país? Nadie me ha respondido esa pregunta a la fecha de hoy”, expresó Silva.
Así las cosas, solicitó que se envíe a la ministra de Relaciones Exteriores, Janaina Tewaney Mencomo, su discurso para que dé inicio a las gestiones necesarias para que Panamá salga del Parlacen.
Señaló que Panamá ha utilizado al Parlacen, igual que se ha hecho en otros países, como una herramienta de impunidad “para continuar la corrupción, una herramienta en contra de la transparencia, y es imperante que Panamá tome pasos firmes para salir del Parlecen cuanto antes”.
“Países vecinos ya lo han hecho…¿cuál es la importancia que este país se mantenga ahí? Este diputado le pide al Ministerio de Relaciones Exteriores tome las acciones pertinentes”, afirmó Silva.
Costa Rica es el único país que no forma parte del Parlacen por “considerarlo caro y poco funcional”.
El diputado panameñista Bernardino González afirmó que Panamá intentó ya salir de manera incorrecta del Parlamento Centroamericano, “porque Panamá tiene que acatar las normas de derecho internacional conforme lo establece el artículo 4 de nuestra carta magna. Al hacerlo a través de nuestro derecho interno violó la Convención de Viena, previamente firmada y ratificada, y por eso la Corte Suprema de Justicia en un fallo unánime decretó inconstitucional esa ley y Panamá revierte nuevamente al Parlacen”, explicó el diputado.
El 11 de diciembre de 2009, Panamá decidió salir del Parlacen, sin embargo, el 24 de agosto de 2012 la Corte Suprema de Justicia reincorpora a Panamá a este organismo.
El diputado González señaló que hay un procedimiento que Panamá debe cumplir, “tiene que respetar las normas de derecho internacional, no hacerlo es ir en contra de la seguridad jurídica de todo Estado democrático, por eso discrepo en todas sus partes con la posición del diputado Gabriel Silva en la crítica a este organismo de integración centroamericana; hay que respetar el fallo de la Corte en firme, debidamente ejecutoriado”, aseguró.
Mientras que el diputado del Partido Revolucionario Democrático (PRD) Jairo ‘Bolota’ Salazar se refirió específicamente a la no ratificación como diputados suplentes del Parlacen de los hermanos Martinelli Linares.
“Los hermanos Martinelli Linares tienen derecho a que los juramenten porque se ganaron ese derecho con votación popular, el pueblo los puso ahí, y cuando alguien hace algo malo es el pueblo quien te quita; estos diputados que tiene miedo se deben comprar un perro antes de entrar a ser diputados del Parlacen”, expresó Salazar.
Indicó que “les guste o no les guste a este pueblo es un derecho que se han ganado, y hoy ese mal de ellos mañana será el mal de cualquiera de los que están aquí, o de los diputados del Parlacen [sic].
Tienen ese derecho y no se lo quieren dar, alguien los tienen amenazados, y ese es el gran problema cuando tu dependes de los gobiernos”, dijo.
El Parlamento Centroamericano (Parlacen), fue fundado por iniciativa del gobierno panameño y su creación se propuso en la reunión de presidentes centroamericanos en Esquipulas, Guatemala en 1986. En 1987 se suscribió su Tratado Constitutivo para instalarse en 1991, con Sede en Guatemala y subsedes en las capitales de cada uno de los Estados parte.
Fuente: La Estrella de Panamá