Guatemala. Desde hace casi 50 años se conmemora el Día Mundial de la Tierra, con el propósito de generar mayor conciencia sobre la importancia de la relación de interdependencia que los seres humanos y todos los seres vivos tenemos con los elementos y recursos de nuestra casa común el planeta Tierra.
Éste es un espacio natural único, nuestra casa común, donde convive una infinidad de especies de todo tipo y encontramos los recursos que nos sirven para satisfacer nuestras necesidades biológicas, económicas, sociales y culturales, para poder desarrollar nuestras comunidades y preservar la vida.
Desafortunadamente los seres humanos hemos hecho un uso inconsciente de los recursos que nuestro planeta nos brinda, hemos abusado de ellos. De ahí que hemos generado problemas ambientales como el calentamiento global, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación de nuestros mares, entre otros, que han deteriorado las condiciones naturales de La Tierra.
Toda actividad humana genera un efecto ambiental sobre los ecosistemas. Y, uno de los productos que sin duda ha generado más impactos en el planeta es el plástico.
Este material que comienza a producirse industrialmente después de la II Guerra mundial, ha multiplicado desde 1950 a la fecha su producción de 1.5 millones de toneladas a más 370 millones de toneladas anuales.
“Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, solo el 15% de los desechos plásticos se recolectan para reciclar y, de eso, el 40% se descarta del proceso de reciclaje debido a su baja calidad. El resultado de esto es que las tasas reales de reciclaje de plástico son tan bajas como sólo el 9 %. Esto significa que un 90% del plástico va al medio ambiente de una u otra forma”, explica Sergio Izquierdo, director de la organización Rescue the Planet.
Abordar la problemática del plástico desde la perspectiva de un simple desecho, es un enfoque demasiado simplista que requiere de un abordaje más profundo por la complejidad del tema.
El plástico en especial el desechable genera diversidad problemas, los que comienzan desde la exploración y explotación misma de su materia prima: el petróleo, pasando por todo su proceso de transformación hasta su desecho. Por ejemplo, si bien los gases de efecto invernadero se generan en cada etapa de la producción del plástico, algo desconocido para la mayoría es por ejemplo que el 90% de la huella de carbono del plástico se produce durante el proceso de conversión del petróleo a polímeros, muchos pasos antes que estos se conviertan en una botella, bolsa, etc.
Considerando que el plástico no se degrada, sino que se fragmenta debido a la acción de los rayos UV, el calor, agua que lo convierten en microplásticos, partículas menores a 5 mm, gracias a lo que entran a la cadena alimenticia generando graves impactos sobre la flora y la fauna.
Se ha reportado 170 especies marinas por ingesta de polímeros. En 1960 solo el 5% de las aves lo habían ingerido plástico lo que en la actualidad se ha incrementado al 90%. Y se estima que para el 2050 un 99% de lo habrán ingerido.
Los microplásticos también afectan el fitoplancton; ¡el principal productor de oxígeno en la Tierra!, ya que impide su crecimiento, multiplicación, disminuyendo su producción de oxígeno y su capacidad de secuestrar CO2.
Por otro lado, aún cuando el plástico se encuentre simplemente tirado en un vertedero o en la calle al ser expuesto al sol, produce metano y etileno, gases de efecto invernadero aún más potentes que el mismo CO2, contribuyendo también de esa forma al calentamiento global.
El daño y el impacto a nuestro planeta de este material es inmenso, sin embargo, la industria del plástico insiste en continuar su producción.
Su estrategia es simple: utilizar el reciclaje como argumento que justifique su presencia. Con el reciclaje pretenden trasladar la responsabilidad del material al consumidor, cuando debería de existir una Responsabilidad Extendida del Productor, bajo el principio de: “El que contamina paga”, en el que las empresas involucradas asuman la responsabilidad del manejo de estos desechos.
“Sin embargo, las acciones no van más allá de asumir compromisos de forma mediática. Y, al no existir una penalización por no cumplirlos, estos han tenido un impacto muy limitado en la contaminación global por plástico.”, menciona Izquierdo.
Las mismas empresas saben que el reciclaje del plástico es un problema desde el punto de vista práctico ni financiero, lo que se explica cuando vemos que la industria del reciclaje del plástico posee un crecimiento anual extraordinariamente lento, de tan sólo el 0.7% mientras la producción de plástico crece 15% cada año. Esta abrumadora diferencia aclara el por qué cada vez se incrementa más la contaminación por este material en todos los ecosistemas.
Esto nos lleva a que la única solución lógica para tratar la contaminación del plástico es: RECHAZAR el plástico especialmente el desechable desde su origen…..no comprarlo.
“El llamado en el Dia de la Tierra es a revisar nuestros hábitos de consumo, preferir otras alternativas, ya que en la medida que los cambiemos y dejemos de consumir plástico desechable vamos a disminuir nuestro impacto sobre nuestra casa común. Recordar que el consumidor siempre tiene la razón, y si queremos que la industria nos ofrezca otras alternativas, debemos de enviarle un mensaje claro prefiriendo dichas alternativas. Esto es urgente, ya que no hay planeta B al cual huir”, puntualizó Izquierdo.
Fuente. Rescue the Planet