El programa Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO, con un enfoque inclusivo y participativo, ha permitido el intercambio de experiencias, la generación de conocimiento y el fortalecimiento de capacidades para enfrentar la inseguridad alimentaria y la pobreza rural en Mesoamérica.
Nicaragua. La Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), acompañadas por la Embajada de México en Nicaragua, participaron en un evento de alto nivel que tuvo lugar en la sede del Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), en el cual se llevó a cabo la presentación y entrega, a las autoridades e instituciones nicaragüenses, de productos de conocimiento y divulgación relevantes, desarrollados durante la ejecución del programa “Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO” en Nicaragua y en otros países mesoamericanos.
En el evento participaron el Sr. Miguel Obando, en representación del INTA; el Sr. Ricardo Somarriba, Director Ejecutivo del Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA); los diputados Shaira Downs y Melvin Agurcia, de la Asamblea Nacional de Nicaragua; así como con representantes de la Universidad Nacional Agraria (UNA) y la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
Durante el evento, se presentó la metodología validada por el Programa para el establecimiento de bancos comunitarios de semillas, una estrategia para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional mediante el acceso a semillas criollas y acriolladas de buena calidad, así como el uso de bioinsumos para fortalecer la capacidad de resiliencia de los agricultores familiares ante el cambio climático.
Gloria Sandoval, Directora Ejecutiva de AMEXCID, agradeció la presentación de la experiencia y destacó la importancia de que las comunidades se apropien de los proyectos, ya que eso es lo que busca Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO para la sostenibilidad de los resultados del Programa.
Entre los productos de conocimiento entregados destacan los títulos: Guía para el establecimiento de escuelas de campo con enfoque de seguridad alimentaria y nutricional; Guía para el establecimiento de una parcela integral; Mejores semillas para una mejor producción; Catálogo de insumos biológicos; y Catálogo de recursos genéticos nativos y de maíces blancos, entre otros.
En Nicaragua, Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO también apoya la formulación y aprobación de instrumentos normativos relacionados con la seguridad alimentaria y nutricional y el desarrollo rural. Entre los instrumentos que ha impulsado se encuentran la Ley de Protección Fitosanitaria; la Ley del Digesto Jurídico Nicaragüense de Medio Ambiente y Recursos Naturales; la Ley del Digesto Jurídico Nicaragüense de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional; y cinco normas técnicas obligatorias. También apoyó la aprobación de una Estrategia Nacional de Bioinsumos (ENBIO) para promover el intercambio de experiencias sobre prácticas y tecnologías de producción de insumos biológicos y fortalecer el marco normativo nacional.
Alfredo Mayén, Oficial de Programa para FAO Mesoamérica, resaltó el enfoque regional del programa, basado en la demanda, planificación y gobernanza, con un enfoque inclusivo y participativo que ha permitido el intercambio de experiencias, la generación de conocimiento y el fortalecimiento de capacidades para enfrentar la inseguridad alimentaria y la pobreza rural. Mayén afirmó que la propuesta de la Ley de Semillas de Nicaragua es ejemplo para otros países de la región.
En una visita a Ciudad Darío, Matagalpa, se conoció la experiencia en campo del proyecto de innovación y difusión de tecnologías de adaptación de la agricultura al cambio climático (Agriadapta), que implementó la metodología validada por «Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO» para establecer bancos comunitarios de semillas y utilizar bioinsumos.
Las autoridades y representantes de las distintas instituciones pudieron conocer la historia de éxito de la familia Castillo Altamirano, de agricultores familiares, y cómo la experiencia validada por el Programa ha contribuido a la diversificación de su producción, que incluye tomates, chiltomas y chile jalapeño, sembrados en macrotúneles; las variedades suman más de 15 cultivos inocuos y libres de químicos con el apoyo de bioinsumos orgánicos elaborados en su propia comunidad, San Juanillo.
La comitiva también pudo conocer de primera mano la experiencia de dos bancos comunitarios de semillas que mejoraron 13 variedades de semillas criollas y acriolladas para garantizar la calidad en los cultivos y la seguridad alimentaria, con apoyo de Mesoamérica Sin Hambre AMEXCID-FAO.
Un joven agricultor local compartió con la comitiva sobre las Unidades de Desarrollo de Capacidades, que también ha respaldado el programa, en las que muchos como él reciben acompañamiento técnico y son impulsados a compartir conocimiento con jóvenes agricultores de otras comunidades.
Milton Castillo, Oficial Nacional de Programa, reiteró el compromiso de FAO con las comunidades para continuar apoyándoles y brindándoles acompañamiento técnico. Con la entrega de estos materiales y la validación de metodologías en campo, el programa Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO continúa contribuyendo al mejoramiento de la calidad de vida de los agricultores familiares en Nicaragua y toda la región mesoamericana.
Fuente. FAO