Panamá. La cantidad de niños y niñas que cruzan a pie la peligrosa selva del Darién ha alcanzado un máximo histórico desde el inicio de este año, alertó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
De enero a octubre unos 32,488 niños, niñas y adolescentes transitaron el Tapón del Darién rumbo a Estados Unidos, un 10% más que en el mismo periodo o de 2021. Alrededor de 900 adolescentes no acompañados cruzaron la selva desde el inicio de 2022; otra cifra récord frente a los 200 de 2021. Cada uno de ellos representa una vida impactada por el sufrimiento, agregó la organización.
Durante las largas jornadas a pie por la selva, los niños, niñas y sus familias se exponen a múltiples formas de violencia, incluyendo el abuso sexual, tráfico y explotación, así como a la falta de agua y alimentos, picaduras de insectos, ataques de animales salvajes y el crecimiento súbito de ríos.
Los niños y niñas menores de 5 años, quienes representan el 50% de la niñez migrante, son particularmente vulnerables a la diarrea, deshidratación y otras enfermedades. Adicionalmente, el estrés y el peligro asociados con esta travesía deja a muchos niños y niñas en riesgo de trauma emocional.
“La violencia, la pobreza y la esperanza por encontrar mejores condiciones de vida empujan a las familias con niños a abandonar sus hogares y enfrentar amenazas en áreas inhóspitas como el tapón del Darién”, dijo Hannan Sulieman, Directora Ejecutiva Adjunta de UNICEF, durante su visita a la Estación de Recepción Migratoria de Lajas Blancas, ubicada cerca de una comunidad del pueblo Emberá donde instituciones panameñas con el apoyo de Agencias de la ONU proveen atención.
“En Panamá, como en muchos otros países, el incremento acelerado en el número de niños migrando sobrecarga la capacidad del Estado para proveer servicios básicos para responder a sus necesidades. UNICEF hace un llamado a todos los gobiernos a tomar acciones para proteger a la niñez migrante, sin importar su origen. Los niños y niñas nunca deben volver a vivir situaciones en las que su seguridad y bienestar estén en riesgo”, adviritó la directora ejecutiva de la organización.
Ante el incremento en el flujo de migrantes, la organización ha aumentado su presencia de uno a cinco centros de recepción de migrantes en las fronteras con Colombia y Costa Rica, y en la Ciudad de Panamá”, expresó Sandie Blanchet, representante de UNICEF en Panamá.
“En los centros, UNICEF provee agua segura para beber, implementos de higiene personal, atención psicosocial y servicios de salud materno-infantil para miles de niños y niñas y mujeres embarazadas en movilidad, así como a las comunidades de acogida que viven en pobreza extrema. Nosotros solo podemos hacer esto gracias a nuestros donantes, el gobierno de los Estados Unidos y la Unión Europea, y en estrecha colaboración con el gobierno de Panamá y nuestros socios.”
De Enero a Octubre de 2022, unas 211,355 personas cruzaron el tapón del Darién en tránsito hacia sus destinos. Los niños y niñas, que representan un 15% de los migrantes, son excluidos por meses e incluso por años de la educación, servicios de salud y nutrición, y aún de su documento de identidad.
El aumento de esta población cruzando la selva darineita ejerce una presión adicional sobre las comunidades locales, las instituciones y las agencias humanitarias en el terreno que responden a la situación. UNICEF hace un llamado a los donantes y socios para proveer fondos flexibles adicionales para responder ágilmente al volátil contexto de la migración.
Fuente: La Estrella de Panamá.