Guatemala. La popularidad de los vinos sin alcohol ha visto un aumento dentro del mundo vitivinícola, especialmente porque el bienestar y el consumo responsable cobran cada vez más relevancia. Así bien, hay personas que quieren disfrutar de los placeres del vino, pero por motivos personales o de salud, no desean consumir alcohol.
Los vinos sin alcohol, explica Juan José Sierra, WSET Level 3 de Corchos, buscan brindar a las personas una sensación, aroma y textura similar al de un vino tradicional, con la única diferencia que no contienen alcohol. Este tipo de vino se elabora de forma similar a otros, con la diferencia que debe pasar por un proceso complejo para eliminar el alcohol sin perder las propiedades del vino.
¿Cómo se elabora un vino sin alcohol?
El proceso para producir un vino sin alcohol, o mejor dicho “desalcoholizado”, consiste en elaborar un vino de forma habitual, con todos sus componentes aromáticos, al que posteriormente se le retirará el alcohol gracias a ciertos procesos industriales.
El primer paso, en algunos casos, será recolectar las uvas de manera temprana para así retener poca azúcar, alta frescura y buena acidez. Posterior a esto, se fermenta la parte líquida de la uva prensada junto con levaduras, las cuales se encargarán de consumir el azúcar para la producción de CO2 y alcohol.
Ya elaborado el vino, el siguiente paso será reducir o retirar el alcohol producido y retener algunos de sus compuestos aromáticos más importantes. Esto se logra a través algunos procesos mecanizados como la columna de conos rotatorios, osmosis inversa o liofilización.
¿A qué sabe un vino sin alcohol?
Disfrutar de un vino sin alcohol es una experiencia que requiere un enfoque diferente y una mente abierta, indica Sierra, similar a cuando estamos acostumbrados a consumir comida mediterránea y nos ofrecen comida de la India, por ejemplo. Aunque estos vinos no replican completamente las características de los vinos convencionales, poseen un encanto distintivo que los hace destacar por sí mismos:
En términos aromáticos, muchos vinos sin alcohol logran retener notas cítricas, frescas y frutales comparables a sus versiones alcohólicas. Sin embargo, el proceso de desalcoholización puede atenuar la complejidad aromática. Para contrarrestar esto, lo ideal será elegir alguna cepa con alto contenido aromático.
En boca, los vinos sin alcohol suelen presentar sabores vivos y refrescantes. La mayor diferencia recae en que la falta de alcohol puede afectar el cuerpo y la textura del vino, haciéndolo parecer más “delgado” y con un final un poco más corto. Una manera para contrarrestar esto es resaltando la acidez y los perfiles frutales en su vinificación para ofrecer una experiencia gustativa única, ligera y placentera. Además, otra manera de resaltar esta frescura será servirlos a temperaturas más bajas, entre 4 y 9 °C.
En definitiva, la clave para disfrutar del vino sin alcohol reside en reajustar las expectativas. Para Sierra, no debe compararse directamente con un vino convencional, en su lugar, es mejor evaluarlo como una bebida única y con matices para gustos distintos.
Algunos otros beneficios del vino sin alcohol
Los vinos desalcoholizados cuentan con menos calorías que los vinos tradicionales, convirtiéndose en opciones aptas para quienes buscan una alternativa más saludable y baja en calorías sin sacrificar el disfrute.
Además, estos vinos son también increíblemente versátiles y pueden adaptarse a distintas situaciones:
•Como aperitivos.
•Como bebidas para quien aún no se adentra al mundo del vino.
•Para crear cócteles únicos, frescos y expresivos.
•En maridajes con platos ligeros y frescos.
Dos recomendaciones destacadas de vinos sin alcohol
En este contexto el equipo de expertos de Corchos, distribuidora de vinos exclusivos en Guatemala, comparte 2 recomendaciones de vinos sin alcohol, ambos de la aclamada bodega Monasterio de las Viñas, la cual busca apuntar a las nuevas tendencias del sector y adaptarse a los gustos más recientes:
1.Monasterio de las Viñas Rosado 0,0:
Un vino de tono rosa pálido, presenta un aroma fresco e intenso a rosas, fresas y nata, mientras que en boca nos recuerda a gominolas y fresas. Ideal para maridar con risottos, paellas, y cualquier tipo de aperitivo.
2.Monasterio de las Viñas Blanco 0,0:
Este blanco presenta un tono amarillo limón pálido, y en nariz recuerda a frutas tropicales, predominando la piña, cítricos y notas florales. En boca su sabor es fino y fácil de beber, predominando los cítricos y frutas tropicales. Es un acompañamiento ideal para pescados y ensaladas.
Sierra asegura que los vinos sin alcohol no solo representan una opción responsable, sino también una puerta hacia una nueva forma de disfrutar del vino. “Con alternativas como los vinos de Monasterio de las Viñas, es posible brindar por los buenos momentos sin comprometer la salud, ni la experiencia sensorial; así que ya sea que estés buscando alternativas saludables o simplemente quieras descubrir algo nuevo, los vinos sin alcohol son una apuesta segura”, asegura el experto.
Los vinos sin alcohol de Monasterio de las Viñas puedes encontrarlos en cualquier sala de venta de Corchos, y puedes estar atento a cualquier novedad siguiendo su cuenta en Instagram: @corchosgt. ¡Brindemos todos por el nuevo año!
Fuente. Corchos