Honduras. En el marco del XXXIII Congreso Iberoamericano de Productores de Seguros COPAPROSE celebrado en la ciudad de San Pedro Sula, destacados expertos del sector asegurador se dieron cita para analizar los desafíos que están r8edefiniendo el futuro del seguro. La evolución de la movilidad, el aumento de la esperanza de vida y los efectos cada vez más frecuentes del cambio climático. Estos tres factores no solo transforman los riesgos tradicionales, sino que impulsan una profunda reinvención del sector.
“La longevidad, el cambio climático y la nueva movilidad no deben verse como amenazas, sino como catalizadores de innovación. Este es el momento de anticiparse al cambio con una visión tecnológica, colaborativa y centrada en las personas”, afirmó Oscar Ortega, CEO Regional de Centroamérica de MAPFRE Seguros. “El verdadero desafío no es adaptarse, sino liderar la transformación con soluciones más ágiles, inclusivas y resilientes”.
Uno de los ámbitos que más rápido está evolucionando es la movilidad. Muchas ciudades avanzadas ya promueven la reducción del uso del vehículo privado, incentivan tecnologías limpias y rediseñan su infraestructura para acoger formas emergentes de transporte: eléctrico, compartido y autónomo. En este nuevo escenario, el seguro debe responder con productos que incorporen coberturas tecnológicas, de ciberseguridad y modelos más versátiles, alineados con los nuevos hábitos de uso y propiedad de los vehículos.
El cambio climático, por su parte, impone una urgencia ineludible. Solo en 2020, los fenómenos naturales extremos provocaron pérdidas estimadas en 140 mil millones de dólares y afectaron a más de 50 millones de personas en todo el mundo. Ante la limitada capacidad de respuesta de los seguros tradicionales frente a eventos catastróficos, emergen soluciones innovadoras como los seguros paramétricos, que permiten indemnizaciones rápidas y objetivas basadas en datos verificables como la intensidad de una tormenta o el nivel de precipitaciones.
El tercer gran eje es el envejecimiento de la población. A medida que aumenta la longevidad, también crecen las necesidades de protección a largo plazo. Para responder a este nuevo contexto, el sector asegurador debe acelerar su transformación digital y ofrecer soluciones integrales en salud, pensiones y ahorro previsional. La adopción de herramientas como la telemedicina y la inteligencia artificial permite no solo anticiparse a los riesgos, sino también optimizar los costos y mejorar significativamente la experiencia del asegurado.
Más allá de su función tradicional de cobertura de riesgos, el seguro tiene hoy la oportunidad de posicionarse como un aliado estratégico para las personas, las empresas y las comunidades. Con una mirada enfocada en la anticipación y la sostenibilidad, el sector puede y debe liderar la construcción de sociedades más resilientes, preparadas para enfrentar los retos del futuro.
Fuente. MAPFRE