Guatemala. Cada 15 de mayo en Guatemala se celebra el Día Internacional de la Familia, una fecha que nos invita a reflexionar sobre el valor del núcleo familiar como pilar del desarrollo social, emocional y académico de los niños y jóvenes.
Diversos estudios coinciden en que, cuando los estudiantes cuentan con un entorno familiar que los acompaña y motiva, no solo tienen mayores probabilidades de destacar a nivel académico, sino que también desarrollan habilidades esenciales como la responsabilidad, la empatía, la autonomía y la perseverancia.
En este sentido, Odeth González, consultora de franquicias Kumon en México y Centroamérica, destaca que la familia es el primer espacio donde se forman los hábitos, valores y actitudes que influyen directamente en el desempeño escolar. “Cuando los padres participan activamente, los estudiantes se sienten más seguros, motivados y comprometidos con su propio aprendizaje. El acompañamiento familiar fortalece su autoestima, les brinda confianza para asumir responsabilidades y establece una base emocional sólida. No se trata de hacer las tareas por ellos, sino de interesarse genuinamente por su proceso, fomentar rutinas y estar presentes sin restarles autonomía. Esa presencia cercana es clave para formar estudiantes más responsables y preparados para los retos académicos”, explica Odeth.
La consultora asegura que, en la familia, los padres o cuidadores, no necesitan ser expertos en matemáticas o en idiomas para apoyar en el proceso de aprendizaje de sus hijos; su papel es ser guía, motivador y sostén emocional durante todo el proceso educativo. Por lo que comparte 3 consejos prácticos para impulsar el éxito académico a través del acompañamiento de la familia:
1.Muestra interés genuino por su aprendizaje y busca herramientas extra-aula: el simple hecho de preguntar “¿Qué aprendiste hoy?” puede tener un gran impacto. No es necesario entender todas las materias; lo importante es demostrar que su aprendizaje importa. Según la experta, este interés permite a los padres identificar si el niño o joven necesita apoyo adicional fuera del aula, optar por un programa de aprendizaje como Kumon, apoya a reforzar conocimientos y potenciar habilidades.
Odeth comparte que es importante que también acompañen al estudiante, sus hermanos mayores, abuelos u otros familiares; escuchando y celebrando sus logros. Estas interacciones fortalecen el vínculo familiar y motivan al estudiante en su esfuerzo diario.
2.Crear una rutina en casa: establecer horarios para estudiar, comer, descansar y jugar es clave para desarrollar disciplina y orden. Los estudiantes necesitan estructura, y un familiar puede ser el guía ideal para crear un ambiente organizado, donde estudiar sea parte natural del día a día. Acompañar estas rutinas, estar presentes durante el tiempo de estudio o incluso estudiar juntos, ayuda a construir hábitos saludables que tendrán un impacto positivo, no solo en el presente escolar, sino en la vida adulta.
3.Celebra sus logros, incluso los pequeños: el reconocimiento positivo tiene un poder enorme. Felicitar a un niño por completar su tarea, mejorar una calificación o simplemente esforzarse más, refuerza su autoestima y el deseo por seguir aprendiendo. Una palabra de aliento, una sonrisa, un abrazo o compartir el logro con otros miembros de la familia; por ejemplo, contarle a la abuela que el nieto o nieta sacó una buena nota, fortalece el sentido de orgullo y pertenencia. El niño siente que su familia cree en él.
Esta celebración es una oportunidad para recordar que lo más valioso que pueden ofrecer la familia, es su presencia. Cuando un niño se siente escuchado, acompañado y respaldado por ella, crece con seguridad, no solo en lo académico, sino también en lo emocional. “Cada conversación, cada gesto de apoyo y cada momento compartido en familia fortalece el camino del niño y joven, y le da confianza para alcanzar su máximo potencial” explicó Odeth González, consultora de franquicias Kumon en México y Centroamérica.
Fuente. Kumon®