Guatemala. Las vacaciones son una época esperada por los niños y jóvenes, pero también pueden representar un desafío para algunos padres, pues se enfrentan al reto de que sus hijos mantengan activos sus hábitos de estudio, como la constancia, perseverancia y disciplina que han adquirido durante el año y es importante conservar para que sus hijos logren alcanzar sus futuras metas.
De acuerdo con especialistas educativos, los estudiantes pueden perder hasta seis meses de progreso académico si no continúan practicando habilidades clave como las matemáticas, el inglés o la lectura durante este período de descanso académico.
De acuerdo con los resultados del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) de la UNESCO, cerca del 60 % de los estudiantes de sexto grado en América Latina y el Caribe no alcanzaron los niveles mínimos de competencia en lectura ni en matemáticas, lo que evidencia la necesidad de reforzar los hábitos de estudio y práctica continua, especialmente durante los periodos vacacionales (UNESCO, 2021) ¹.
Este fenómeno, conocido como retroceso académico durante las vacaciones, se presenta cuando los niños y jóvenes interrumpen su ritmo de aprendizaje por un periodo prolongado. Al retornar a clases, muchos deben reaprender contenidos previamente dominados, lo que puede afectar su confianza, desempeño y motivación.
“El aprendizaje es como un músculo: si no se ejercita, pierde fuerza. Por eso es importante que los niños mantengan pequeños hábitos diarios de estudio a través del material de KUMON e incluso en vacaciones. La práctica constante es lo que mantiene al cerebro fuerte y flexible para continuar aprendiendo.” explica Odeth González, Consultora de Franquicias Kumon en México y Centroamérica.
El riesgo no solo está en olvidar contenidos, sino en perder habilidades cognitivas adquiridas con esfuerzo, como: la concentración, la memoria, la resolución de problemas, la velocidad de respuesta, la comprensión lectura, así como, su vocabulario y la fluidez en el idioma inglés. Estas destrezas, al no practicarse de forma constante, se debilitan y pueden requerir más tiempo de refuerzo al iniciar el nuevo ciclo escolar.
Aprender también puede ser divertido
Mantener el aprendizaje activo no implica estudiar largas horas. Actividades breves y constantes como leer un libro, resolver algunos ejercicios en otro idioma o practicar cálculo mental por unos minutos al día, es suficiente para mantener el ritmo. El método Kumon, enfocado en fomentar la autonomía, disciplina y constancia, permite que los estudiantes avancen a su propio paso y disfruten el proceso de aprendizaje con ejercicios que no le llevan más de 30 minutos al día y se asignarán conforme a un plan individualizado acorde a sus habilidades y a su propio ritmo de trabajo para que lo disfruten.
“Cuando el aprendizaje se convierte en un hábito diario, los niños no solo evitan el retroceso académico, sino que también comienzan el nuevo ciclo escolar con mayor confianza y motivación, concluye Odeth González.
Fuente. Kumon®



































