Guatemala. Distintas organizaciones nacionales agrupadas por Alianza por la Nutrición (APN) y el Diálogo Interamericano, se reunieron este miércoles 9 y jueves 10 de noviembre en una jornada que abarcó distintas charlas y mesas redondas para conversar sobre la importancia de los procesos colaborativos que inciden en políticas públicas relacionadas a los programas de prevención de la desnutrición crónica y de procesos de atención a la primera infancia, en la Universidad del Valle de Guatemala.
La desnutrición crónica infantil -DCI- es uno de los problemas más graves que el país debe afrontar debido a su alta incidencia y al impacto en el corto, mediano y largo plazo. Para abordarlo se requieren medidas de acción sostenibles que permitan garantizar el desarrollo de la niñez guatemalteca. Durante más de 50 años, la evidencia ha mostrado que la desnutrición no se cura, sólo se previene y durante este proceso, no se han logrado modificar aún los indicadores.
El conversatorio “Evaluación compartida en programas de primera infancia para la incidencia de políticas públicas” tiene como objetivo generar marcos de evaluación que permitan la integración de datos y la incidencia en mecanismos de apoyo para la toma de decisiones para definir un marco compartido de evaluación entre algunos de programas de atención integral a la primera infancia como una estrategia de prevención de la desnutrición para poder levantar evidencia sobre estos e informar las políticas públicas.
“La intención de propiciar este diálogo es reconocer los esfuerzos que se están desarrollando a la fecha y aprender de las mejores prácticas alcanzadas, así como poner en perspectiva cuáles los grandes desafíos a los que nos enfrentamos en los próximos años y, por otra parte, dialogar con expertos internacionales sobre programas exitosos en la atención a la primera infancia y conocer cuáles son los mejores mecanismos de medición”, comenta Christopher Albrigo, presidente de la APN.
Desnutrición en Guatemala
En Guatemala, 1 de cada 2 niños sufre de desnutrición crónica, situación que se agrava en territorios rurales indígenas, donde en algunos municipios se registra 7 de cada 10 niños en esa situación. La población con DCI no sólo es más vulnerable a padecer enfermedades, sino que, en los primeros dos años de vida, limita en el futuro sus oportunidades de aprendizaje y sus capacidades productivas.
Se estima que hay aproximadamente un millón 600 mil niños entre los 0 y 4 años en cerca de 33,000 comunidades en todo el país, a las que es prioridad asegurar un futuro. La atención integral a la primera infancia es el camino correcto para lograr el impacto en la reducción de la desnutrición crónica infantil (DCI) y que puedan alcanzar todo su potencial para desarrollarse.
Existen 5 acciones fundamentales que se deben garantizar para combatir la DCI:
- Educación
- Salud
- Saneamiento
- Nutrición
- Ingresos
Para generar soluciones que puedan evidenciar con datos el alcance de las metas con modelos de calidad que impacten en el desarrollo integral de los niños, es vital que todos los sectores trabajen de la mano en una agenda común que incluya al sector privado y al sector público para establecer una medición compartida y fomentar acciones sostenidas en el tiempo que permitan pasar de las metas importantes a resultados extraordinarios.
Las charlas del conversatorio que culmina están dirigidas a colaboradores de más de 20 organizaciones que implementan programas de prevención a la DCI / atención a la infantil integral, de múltiples sectores, a investigadores sociales y a tomadores de decisión. Entre estos, los principales socios involucrados en impulsar los programas de primera infancia para la incidencia de políticas públicas son empresas reconocidas que apuestan y confían en el futuro del país.
Es necesario el apoyo de todos los guatemaltecos para unirnos en esta participación y estrategia a largo plazo multisectorial para frenar los altos índices de desnutrición en Guatemala y establecer acciones inmediatas que permitan enfrentarnos a los grandes desafíos de los próximos años.
Fuente. Periódico Digital Centroamericano y del Caribe