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El 2023 cerró con un índice 13.7% inferior a las cifras que había registrado en 2022. El único producto que no siguió esta tendencia fue el azúcar
El precio de los alimentos en el mundo disminuyó en 2023, según el índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), emitido el pasado 5 de enero.
El informe, que mide la variación mensual de los precios internacionales de una canasta básica alimentaria, planteó una reducción del 13.7% en el precio de los alimentos, durante 2023, en comparación al 2022.
Se trata de una reducción que fue protagonizada por el abaratamiento de productos como los cereales (maíz, trigo, arroz y cebada), los cuales, aunque tuvieron un incremento en su costo del 1.5%, durante el mes de noviembre, registraron una reducción en su precio anual del 15.4%, en comparación con el 2022.
“Los mercados mundiales se encuentran bien abastecidos, aunque el índice de precios de todos los tipos de arroz de la FAO registró un aumento del 21 por ciento, debido en gran medida a las preocupaciones sobre el impacto de El Niño en la producción de arroz y tras las restricciones a las exportaciones impuestas por la India”, indicó la organización.
En noviembre, productos como el maíz redujeron considerablemente su precio, gracias a que las ventas de los agricultores argentinos se dispararon un 3.7%.
Esa situación se replicó con el trigo pues, a medida que avanzaban las cosechas en Argentina y Australia, el aumento estacional de los suministros lastró los precios, provocando un descenso inter mensual del 6,7 % y del 17,5 %, respectivamente, en las cotizaciones de Australia (Estados orientales) y de Argentina 12%.
Los aceites vegetales también reportaron una reducción en su precio del 1.4%, con respecto al mes de noviembre. “[Esto] refleja las compras moderadas de aceite de palma, soja, colza y girasol, y el aceite de soja en particular se vio afectado por una desaceleración de la demanda del sector del biodiésel, así como por la mejora condiciones climáticas en las principales zonas productoras de Brasil”, aclaró la FAO.
Durante el 2023, este producto permanecieron un 32.7% por debajo del nivel que tenía en 2022.
La carne también mantuvo esta tendencia, llegando a niveles de 1.8% por debajo de lo que costaba a finales del año anterior. Una disminución corta, ocasionada por la poca demanda de importaciones de carne de cerdo a Asia.
“El interés comprador regional también se desaceleró en el caso de la carne de bovino y de aves de corral, a pesar de los abundantes suministros exportables en las grandes regiones productoras. Por el contrario, los precios de la carne de ovino subieron antes de las vacaciones”, puntualizó el informe.
Los productos que rompieron esta tendencia fueron los lácteos y el azúcar. En el caso de los lácteos, se recopiló un aumento de p recio de 1.6%, durante el mes de noviembre, pese a que sigue estando debajo de sus niveles de 2022.
“El aumento mensual estuvo liderado por mayores cotizaciones de precios para la mantequilla y el queso, respaldadas por fuertes ventas internas en Europa occidental antes de la temporada navideña. Al mismo tiempo, la fuerte demanda mundial de importaciones provocó un aumento de la leche entera en polvo a nivel internacional”, resaltó el escrito.
Sobre el azúcar, la FAO dijo que cayó un 1.6% en su coste, durante el mes de noviembre, pero esto no sirvió para contrarrestar el aumento constante que viene teniendo desde diciembre de 2022 y que, ya se encuentra en un porcentaje de 14.9%.
“La caída de las cotizaciones del azúcar se debió principalmente al fuerte ritmo de producción en Brasil, junto con el menor uso de caña de azúcar para la producción de etanol en la India”, finalizó la FAO.
Fuente: La Estrella de Panamá.