Guatemala. El comercio global se encuentra en un punto de inflexión. Este cambio responde a un entorno en el que supuestos sobre eficiencia y cadenas de suministro globales han sido desafiados en los últimos meses por tensiones geopolíticas, nuevos aranceles, barreras comerciales y una creciente fragmentación por parte de las principales economías.
McKinsey Global Institute (MGI) comparte sus principales perspectivas sobre la reconfiguración del comercio global y cómo estos cambios pueden impactar en los negocios.
La reconfiguración del comercio global
Las diferencias en los aranceles aplicados a distintos países generan una “curva de costos arancelarios”, la cual, ha cambiado significativamente durante los primeros meses del año y podría seguir haciéndolo. Sin embargo, mientras algunos países enfrenten aranceles más altos (u otras barreras comerciales), esta situación seguirá incentivando a las empresas estadounidenses a considerar trasladar sus fuentes de suministro desde las economías con mayores aranceles, hacia países con menores aranceles.
La curva de costos varía según el sector y el producto específico. Por ejemplo, si los aranceles sobre las camisetas de algodón procedentes de China alcanzan el 78%, una camiseta exportada desde dicho país a EEUU costaría 1.78 veces más que su precio antes del arancel (según los aranceles que se espera entren en vigor el 12 de agosto y que aún están sujetos a litigios y negociaciones). En cambio, una camiseta importada desde Guatemala tendría un costo solo 1.1 veces mayor, reflejando el arancel del 10% (también sujeto a procesos legales) y los acuerdos comerciales existentes. Mientras el costo de la versión guatemalteca sea inferior a 1.6 veces el costo del producto chino – teniendo en cuenta diferencias de producción local, transporte y márgenes de ganancia –, resultará más económica. De acuerdo con MGI esta misma lógica se aplica incluso si cambian las trayectorias arancelarias en el futuro, aunque varíen las cifras específicas.
Los sectores de manufactura básica (como textiles, caucho y plástico) tienden a enfrentar aranceles más altos; además, tienden a tener una proporción de “reorganización EEUU-China” más alta debido a que Estados Unidos suele ser un comprador dominante y China un vendedor dominante. Para McKinsey, la reconfiguración del comercio puede darse de muchas formas, pero a pesar de la diversidad, señala algunos patrones comunes y llamativos:
•Europa desempeña un papel clave en la reorganización comercial, tanto como exportador e importador.
•Asia Sudoriental tiene una participación significativa al compensar las exportaciones electrónicas de China.
•Canadá y México experimentan un impacto sorprendentemente reducido en sus exportaciones.
•Estados Unidos podría recurrir a su propia oferta exportadora, lo que provocaría disrupciones con socios comerciales clave.
•Escasez de productos y excedentes de oferta podrían sacudir sectores como la electrónica de consumo, entre otros.
Corredores comerciales: oportunidades y retos
Los cambios estructurales en los patrones de comercio pueden observarse a través de alteraciones en los corredores comerciales; es decir, en las conexiones entre países para intercambiar bienes, servicios y recursos. La investigación de MGI indica que, en un escenario base con aranceles en niveles históricamente recientes, el comercio global de bienes, servicios y recursos crecería en términos reales unos $12 billones, pasando de $33 billones en 2024 a $45 billones en 2025.
Con el fin de acotar la incertidumbre, MGI analizó dos de los diversos posibles escenarios. En un escenario de fragmentación, las relaciones comerciales se deterioran y los aranceles sobre la mayoría de los bienes aumentan al 10% mientras que los aranceles sobre los bienes críticos comercializados entre muchas economías avanzadas y China o Rusia podrían llegar hasta el 60%. Si este escenario se materializa, se perderían aproximadamente $3 billones del crecimiento proyectado. Por otra parte, en un escenario de diversificación, en el que las empresas priorizan la resiliencia y diversifican sus proveedores, se dejaría de alcanzar alrededor de $1 billón del crecimiento comercial potencial.
Las apuestas sobre el futuro comercial global presentan perfiles de riesgo muy distintos. Para MGI, algunas apuestas son más seguras, mientras que otras implican mayores riesgos; no obstante, los siguientes corredores muestran crecimiento en todos los escenarios, incluso en el de fragmentación, y superan el crecimiento promedio proyectado del comercio global en el escenario base (2.7%):
•Corredores que conectan a China con economías emergentes, como los países de la ASEAN y la India; estos pueden acelerar su crecimiento en el escenario de fragmentación.
•El comercio intrarregional en mercados emergentes como América Latina, ASEAN y Medio Oriente que mantiene su dinamismo independiente del escenario; su crecimiento se mantiene gracias a la ausencia de nuevas barreras comerciales entre estas economías.
•El comercio entre algunas principales economías avanzadas, como Europa y Estados Unidos, que continúa fortaleciéndose incluso en contextos de fragmentación geopolítica.
•Corredores que conectan India con el mundo; esto refleja su papel cada vez más estratégico en el comercio global. Desde Europa y Estados Unidos, hasta el Medio Oriente y China.
Independientemente del modelo de negocio, los cambios en los flujos comerciales entre corredores requerirán una gestión hábil y estratégica. Pero ¿cómo pueden las empresas prepararse a los cambios en la dinámica comercial? MGI comparte cinco preguntas clave que pueden ayudar a las empresas a no solo adaptarse al panorama comercial en evolución, sino también a posicionarse de forma proactiva para liderar en él:
1. ¿Cuál será el impacto de mediano a largo plazo en el negocio actual debido a los cambios en los corredores comerciales?
2. ¿Qué corredores comerciales se volverán más importantes para el futuro del negocio?
3. ¿Cuál es el potencial de generación de valor de esos corredores prioritarios para el negocio a mediano y largo plazo?
4. ¿Cómo está posicionada la empresa hoy para capturar ese valor?
5. ¿Qué cambios estratégicos y organizacionales son necesarios para apoyar estos planes de acción?
Para los líderes empresariales, es comprensible sentirse desconcertados ante los recientes cambios en las políticas comerciales y la creciente incertidumbre sobre lo que podría venir. En un contexto tan cambiante, resulta extremadamente difícil comprometerse con transformaciones radicales en la estrategia corporativa.
La reorganización del comercio internacional está reconfigurando la estructura del comercio global, y este nuevo panorama servirá para que las empresas fortalezcan su resiliencia en un mundo en plena reordenación. “Al tomar decisiones, sugerimos analizar detalladamente la dinámica del mercado a nivel de producto, identificando dónde pueden surgir excedentes o escasez, sensibilidad o rigidez en los precios, así como focos específicos de crecimiento o contratación” comparte Gerardo Bonilla, Socio y Managing Partner de McKinsey & Company en Guatemala.
Fuente. McKinsey & Company