Costa Rica. En los últimos años, la globalización ha impulsado la expansión de las operaciones de un gran número de empresas a otros países, generando un aumento en las transacciones entre empresas relacionadas o vinculadas. Estos negocios, por su naturaleza, se ven obligados a realizar estudios de Precios de Transferencia para verificar que el precio fijado entre ambas partes sea de mercado.
Sin embargo, en los últimos meses, las empresas multinacionales se han venido enfrentando a fluctuaciones en el tipo de cambio, lo que genera una mayor complejidad a la hora de desarrollar sus respectivos estudios de Precios de Transferencia.
Según explicó Carlos Gómez, socio de Precios de Transferencia de Baker Tilly Costa Rica, esto sucede, en parte, a que estas empresas pueden verse en la obligación de presentar sus estados financieros tanto en moneda funcional (colón), como en moneda extranjera.
“Desde la óptica de los precios de transferencia, la presentación de un estado financiero en diferentes monedas puede generar una brecha de tipo de cambio. Esta puede influir en el valor devengado, generando, a su vez, riesgos relacionados con la conversión de la moneda en las transacciones. También, pueden darse riesgos económicos, de cumplimiento, y liquidez, entre otros”, mencionó Gómez.
Añadió que la presentación de estados financieros en diferentes monedas, sin un análisis adecuado, puede producir variaciones en los resultados financieros, “porque esas variaciones pueden hacer que los estados financieros sean menos comparables, distorsionando la imagen de la rentabilidad y la situación financiera de la empresa”, dijo.
Pero ¿cómo se aplica este efecto? Bianka Vargas, encargada Senior de Precios de Transferencia en Baker Tilly Costa Rica, explicó dos escenarios:
El primero es si una empresa tiene una filial en un país donde la moneda local se ha devaluado frente al dólar estadounidense. En este caso, los ingresos y los egresos de esa filial expresados en dólares serán menores comparados con si se expresaran en la moneda local. “Si la empresa utiliza el estado financiero en dólares para calcular los precios de transferencia, puede subestimar los ingresos y los egresos de la filial y, por lo tanto, establecer un valor relativamente bajo para los bienes o servicios transferidos, en precios de transferencia”, señaló.
Agregó que otro de los casos es si una empresa puede utilizar el tipo de cambio promedio del periodo para convertir sus transacciones en moneda extranjera a su moneda funcional, mientras que otra empresa puede utilizar el tipo de cambio al final del periodo. “Estas diferencias en los tipos de cambio pueden afectar la comparabilidad de los datos financieros. Además, dificultar la evaluación precisa de la rentabilidad y la situación financiera actual de la empresa”, afirmó Vargas.
¿Cómo reducir estos impactos?
Para los expertos de Baker Tilly Costa Rica, ante estas situaciones generadas por la fluctuación en el tipo de cambio, es importante considerar la aplicación de análisis de comparabilidad. Para ello, se hace uso de instrumentos que consisten en el principio mediante el cual los consultores contrastan los datos financieros de una empresa con los de otras del mismo sector, o con datos financieros de la misma entidad, pero en diferentes periodos; además de analizar los modelos de negocio mediante la cadena de valor, las funciones, los riesgos y activos, al menos.
Para ello, las empresas deben proporcionar al consultor la información relacionada con los tipos de cambio utilizados, así como de las metodologías empleadas. Esto para convertir los datos financieros. Además, añadió Vargas, se recomienda incluir notas explicativas en los estados financieros, para brindar información de las políticas y prácticas que han adoptado las empresas para mitigar los riesgos asociados a las fluctuaciones del tipo de cambio.
Gómez añadió que otra de las opciones que pueden realizar las empresas es divulgar a sus públicos de interés información sobre las estrategias implementadas para mitigar sus riesgos. Entre estas informaciones, están los instrumentos financieros que han utilizado las organizaciones en la cobertura de riesgos cambiarios. Esto ya sea por medio de contratos a futuro, swaps de divisas, o monitoreo constante del tipo de cambio. También, en estos comunicados, se debería informar sobre qué ajustes han utilizado en sus estrategias de cobertura.
“Se debe analizar con un enfoque crítico y objetivo el impacto del tipo de cambio en los estados financieros de una empresa. Esto ya que los resultados obtenidos deben ser defendibles ante las autoridades fiscales en caso de una auditoría o fiscalización”, afirmó el socio de Precios de Transferencia de Baker Tilly Costa Rica.
Normativas de la OCDE
Por su parte, Vargas mencionó que ya existen países que han adoptado la normativa OCDE. Esta brinda una herramienta adicional que tiene por objetivo guiar, por medio de un documento denominado “Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales y Administraciones Fiscales”, en su versión más actualizada a enero 2022, la práctica de los análisis de Precios de Transferencia.
En el documento, se mencionan los ajustes por los efectos de las políticas gubernamentales y que las intervenciones pueden tener un impacto significativo en el momento de evaluar si las operaciones realizadas de las partes relacionadas son comparables a las operaciones entre empresas independientes. Además, en el caso de dichas intervenciones, si estas deben ser tratadas como condiciones de mercado.
Un recurso adicional, que además es desarrollado en el documento de la OCDE, es la aplicación de un Acuerdo de Precios Anticipados (APAs). A través de su aplicación, los contribuyentes pueden tener certeza y estabilidad en sus operaciones de precios de transferencia, incluido el tipo de cambio.
El APAs consiste en un acuerdo previo y vinculante entre una autoridad fiscal y un contribuyente sobre la aplicación de los principios de precios de transferencia a las transacciones entre partes relacionadas. Este puede ser un recurso útil para las empresas multinacionales que realizan operaciones entre partes relacionadas en diferentes jurisdicciones fiscales.
Actualmente, Costa Rica tiene a su disposición este recurso. No obstante, “existen otras legislaciones que no lo han adoptado, lo que podría considerarse, en cierta medida, como una limitante”, considera Vargas.
“Los análisis en los precios de transferencia aplicados en un entorno globalizado y altamente competitivo, son un desafío para las empresas que operan en diferentes países. Las fluctuaciones en el tipo de cambio pueden afectar significativamente la comparabilidad de los datos, además de generar riesgos financieros y de cumplimiento. Es esencial que las empresas proporcionen información sobre los tipos de cambio utilizados y las metodologías empleadas de conversión de los datos financieros, así como que adopten prácticas de mitigación de riesgos para protegerse contra la volatilidad del tipo de cambio”, concluyó Gómez.
Fuente. Baker Tilly Costa Rica