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WhatsApp es una de las apps más populares y utilizadas en todo el mundo, solo en España cuenta con casi 36 millones de usuarios activos, lo que la convierte, por desgracia, en una plataforma llena de potenciales víctimas de una ciberestafa. Cada día aparece una nueva técnica o timo para engañar a los usuarios, y en el caso de hoy nos centramos en uno que se hace a través de las llamadas dentro de este servicio.
A pesar de ser una app de mensajería, WhatsApp ha ido evolucionando para ofrecer a los usuarios otras formas de comunicación, entre las que se encuentran las llamadas propias de la plataforma. Y mientras que en este formato de comunicativo no podemos descargar o pulsar sobre un enlace sospechoso, los ciberdelincuentes siguen elaborando estafas para lograr robarnos nuestros datos personales y bancarios.
Tal y como hemos podido saber, es con llamadas desde números desconocidos que normalmente provienen de países extranjeros que los cibercriminales logran engañar a los usuarios. Aunque lo cierto es que estos no tienen porque estar en otro país, sino que se esconden tras estos prefijos internacionales para no ser detectados, pero en realidad estafan desde España.
¿Qué hacer con las llamadas desconocidas en WhatsApp?
Al final, con las llamadas los ciberdelincuentes tan solo pueden «atacarnos» suplantando la identidad de nuestro banco u otra entidad, como ha ocurrido recientemente con un cliente de ING que ha perdido todos sus ahorros o llevar a cabo extorsiones.
Las extorsiones de este tipo pueden llevar dos caminos, una que accedan a tus archivos y luego si sacan algo que podría perjudicarte, te presionan para que les pagues con el objetivo de que no lo difundan a tus conocidos o por redes sociales o el otro que consiste en que se inventan algo que te pueda perjudicar y te extorsionan con ello.
El problema es que en estas segundas extorsiones, suelen presionarnos con temas muy graves y aunque no sean ciertas podrían perjudicar nuestra reputación tanto en el ámbito profesional como el personal.
Estamos hablando de cosas como que te acusen de difundir vídeos sexuales de menores de edad o cosas similares, y aunque sean mentira si se comienza a difundir esas informaciones nos van a afectar de alguna manera. Por esa razón, muchas veces las víctimas acceden a estos chantajes y pagan lo que les piden por miedo a las represalias.
Sin embargo, esto abriría una caja de Pandora donde los chantajes no dejarían de llegar, por ello en primer lugar si nos llama un número desconocido con un prefijo que parece un país lejano, siempre es mejor no coger la llamada.
En el caso de que descuelgues y un estafador de comience a presionar para que le pagues, lo más recomendable es que cuelgues, acudas a la policía para poner una denuncia y por si acaso elimines todas tus redes sociales, ya que podrían haber accedido a tus cuentas y podrían publicar contenido o secretos tuyos para hacerte daño por no haber pagado.
Fuente: elEconomista.es