Las pequeñas y medianas empresas son claves en la economía, pero enfrentan el desafío de incorporar la Inteligencia Artificial (IA) generativa para no quedarse atrás en la innovación. A pesar del rápido desarrollo tecnológico, el objetivo de crecimiento de clientela se mantiene constante, y la IA puede ser un gran facilitador en este propósito.
La IA es de gran beneficio para las pymes en ámbitos como automatización de tareas, optimización del tiempo de los trabajadores y mejora del servicio al cliente. No es simplemente una tendencia o una moda, sino que su impacto en el negocio es tangible.
Un estudio en México indica que mientras el 57% de las empresas usaron IA en 2023 y solo el 28% invirtió en ella, se calcula que este año podría aumentar la inversión al 73%.
La estrategia de inversión en IA generativa debe ser personalizada y definida por la colaboración entre el propietario y el proveedor de TI, considerando la infraestructura existente y los servicios o plataformas en la nube contratados. Es importante identificar desde las primeras etapas dónde la IA puede usarse y dónde no, para evitar el invertir en recursos innecesarios.
En este contexto, se debe considerar software como servicio (Saas) enfatizando la importancia de elegir versiones con controles de seguridad y privacidad apropiados para proteger la información empresarial. Las ventajas de estos servicios son su adaptabilidad a distintas fases y áreas del negocio, no requiriendo su aplicación uniforme en toda la organización.
Tras una primera etapa de experimentación emocional con la tecnología, el proceso evoluciona a una fase más racional donde las áreas de impacto positivo quedan claramente identificadas, así como aquellas donde la IA no aporta diferencias significativas o ventajas.
Fuente. SAP