El panorama de ciberseguridad en 2024 ha dejado un claro mensaje: los ciberataques son cada vez más frecuentes y sofisticados. Según el Centro de Operaciones de Seguridad (SOC) de Appgate, compañía de acceso seguro, se registraron más de 100.000 desactivaciones de amenazas, lo que representa un aumento del 52% en comparación con 2023.
“Los ciberataques no solo aumentarán en frecuencia, sino también en sofisticación en 2025. Sectores críticos como telecomunicaciones, finanzas, manufactura y entidades gubernamentales enfrentarán mayores riesgos. Por ello, la implementación de estrategias avanzadas de Protección de Fraude 360 se vuelve esencial, ya que no solo permite prevenir ataques en múltiples frentes, sino también proteger la integridad de las operaciones y garantizar la confianza de los usuarios”, comenta Michael López, vicepresidente senior de soluciones contra fraude de Appgate.
En Latinoamérica, el 2024 estuvo marcado por un incremento alarmante de ataques dirigidos a redes sociales falsas y la divulgación de información sensible. Este año, la región experimentó un crecimiento notable de nuevas amenazas, a medida que la digitalización se aceleró y las estrategias de los ciberatacantes se volvieron más sofisticadas. El balance de Appgate revela:
Mayor sofisticación en ataques de phishing: en 2024, el phishing representó el 72% de los ataques a nivel global, según Appgate, seguido del phishing redirigido (14%) y las redes sociales falsas (11%). Este tipo de ataque ha sido una de las mayores amenazas de este año, con tácticas más sofisticadas y dirigidas. Además, se ha observado un incremento en el uso de inteligencia artificial por parte de los atacantes para crear campañas más difíciles de detectar.
Nuevos vectores de amenazas: los ataques que involucraron redes sociales crecieron exponencialmente, especialmente en Latinoamérica, donde la creación de identidades falsas y la propagación de información manipulada se vio potenciada por el uso de inteligencia artificial. Esta tendencia muestra la creciente vulnerabilidad de las plataformas digitales y la exposición de datos personales a nuevos vectores de ataque.
Intensificación en Latinoamérica: países como Argentina, Brasil y El Salvador fueron los más afectados en 2024, con un incremento notable en los ataques basados en redes sociales falsas, que representaron el 56% de los ataques. Este fenómeno refleja cómo la digitalización acelerada en la región está generando nuevas brechas de seguridad, lo que plantea un desafío creciente para las organizaciones y gobiernos.
Presión operativa: el aumento en la actividad digital y la creatividad de los atacantes, quienes ahora tienen acceso a superficies de ataque mucho más grandes, ha puesto a prueba las capacidades de respuesta de las organizaciones. La expansión de la huella digital durante el 2024 y la complejidad de las amenazas dificultaron la gestión de incidentes y la recuperación ante posibles ciberataques.
“A pesar del aumento en el volumen de ataques, nuestra tasa de proactividad crece constantemente, ubicándose hoy en 88%, un testimonio de los avances en la detección y mitigación de amenazas en tiempo real”, comenta López.
Preparación proactiva: la clave para mitigar riesgos en 2025
Para enfrentar este panorama cada vez más complejo, Appgate recomienda:
Automatización avanzada: implementar inteligencia artificial y soluciones automatizadas que permitan detectar y responder a amenazas cibernéticas en tiempo real, reduciendo así el tiempo de reacción ante incidentes y mejorando la eficiencia en la gestión de riesgos.
Colaboración interregional: es indispensable fomentar la cooperación entre organizaciones de distintas regiones para compartir inteligencia sobre amenazas y mejores prácticas, optimizando recursos y fortaleciendo la respuesta ante incidentes globales.
Fortalecimiento de la seguridad digital: invertir en la educación continua de los usuarios sobre amenazas y prácticas de seguridad debe ser una prioridad para las organizaciones en 2025, junto con el refuerzo de los controles de acceso y las políticas de autenticación para proteger la información sensible.
Las organizaciones que adopten estas medidas estarán mejor preparadas para proteger sus activos digitales y enfrentar el cambiante panorama de la ciberseguridad. Aunque 2025 traerá desafíos significativos, también brindará oportunidades para innovar y liderar mediante estrategias preventivas y colaborativas.
“Sin duda, la adopción de estrategias avanzadas de detección y protección contra fraudes está marcando un cambio de paradigma en ciberseguridad, especialmente en industrias que manejan datos sensibles y están altamente expuestas a ciberataques debido al aumento de la digitalización. Con un enfoque integral, la capacidad de mitigar fraudes en tiempo real fortalece la resiliencia operativa y garantiza la confianza de los usuarios en un entorno cada vez más conectado”, concluye Michael López, vicepresidente senior de soluciones contra fraude de Appgate.
Fuente. Appgate