Panamá se abre paso en la investigación clínica en América Latina y destaca en el tercer lugar entre 10 países con más estudios por cada millón de habitantes, con base en datos suministrados por el más reciente informe especializado de FIFARMA, la Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica.
Brasil, Argentina y México encabezan la lista de países con mayor número total de ensayos clínicos iniciados en el período 2020-2024, sin embargo, si se considera el dato (ratio) de estudios por millón de habitantes, Chile y Argentina, se colocan en primera y segunda posición, con 25 y 23 estudios respectivamente, seguidos por Panamá, con 10.
En Panamá (91%), al igual que Chile (94%) y Argentina (93%), casi la totalidad de los estudios son financiados por la industria.
De acuerdo con el informe, los estudios fase 3 realizados en Latinoamérica son muy numerosos, con un porcentaje que supera en general el 50%, salvo en el caso de Panamá (40%).
Además, en estudios clínicos en fase temprana, Panamá destaca en segundo lugar con 42%, después de Ecuador (50%). Con base en el informe “los estudios clínicos farmacológicos en fases tempranas incluyen estudios para la confirmación de que la administración del fármaco es segura y estudios iniciales de la eficacia del tratamiento, explorando la seguridad de las dosis. Estos estudios requieren de condiciones técnico-sanitarias especiales para su realización como acceso fácil al Servicio de Urgencias, equipamientos y procedimientos de soporte vital y reanimación, personal formado y suficiente, procedimientos normalizados de trabajo, estrategias de identificación y minimización de riesgos”
De acuerdo con Carmen Da Silva, Directora de Fedefarma del clúster Panamá y República Dominicana, “este estudio reviste una importancia estratégica, pues no solo identifica las fortalezas y áreas de mejora, sino que también traza una hoja de ruta para multiplicar el potencial de inversión y los beneficios de la investigación en
salud propios de la región. En un contexto en el que el gobierno del presidente José Raúl Molino ha definido los ensayos clínicos como una prioridad nacional de inversión, este impulso cobra aún mayor relevancia. Se trata de una apuesta que genera una verdadera cadena de valor y bienestar: acceso temprano a terapias innovadoras para los pacientes, oportunidades de desarrollo para los profesionales de la salud, fortalecimiento de los sistemas sanitarios y progreso para la sociedad en su conjunto.”
Beneficios de la investigación clínica para pacientes y países
El estudio estima que cerca de las tres cuartas partes de los años de esperanza de vida ganados entre 2006 y 2016 por la población se atribuyen al efecto de la innovación farmacéutica. Además cita estudios sobre, la incidencia de los nuevos tratamientos contra el cáncer, que lograron reducir casi un 30% las muertes por esa causa en España en la última década. Asimismo, el 47% de las muertes evitadas debido a enfermedades cardiovasculares entre 1980 y 2000, las atribuye a los beneficios terapéuticos de los tratamientos farmacológicos y quirúrgicos.
La investigación clínica facilita el acceso temprano de pacientes a tratamientos innovadores y garantiza a quienes participan en ensayos clínicos un control más preciso y personalizado, por parte de un equipo calificado.
Adicionalmente genera mayores conocimientos y oportunidades laborales y de conexiones internacionales para los profesionales en salud. Supone, además, para los centros y el sistema sanitario mayor infraestructura y un ahorro directo en costos de tratamiento. Para los países, ahorros por prevención de las consecuencias del envejecimiento poblacional, atracción y multiplicación de la inversión, y generación de empleo cualificado y con mejores condiciones laborales.
Barreras y recomendaciones
“No será posible lograr un crecimiento exponencial de la investigación clínica en Latinoamérica que aproveche todo su potencial sin generalizar la participación del sistema sanitario público en esta actividad”, subraya el estudio.
Además, el informe clasifica en tres grupos las principales barreras que deben vencer los países analizados: Falta de recursos económicos y humanos especializados, falta de una estrategia país basada en datos y enfocada en mejora de la competitividad, y la percepción de la sociedad sobre la investigación clínica.
Adicionalmente, recomienda incrementar el compromiso de los países con la investigación clínica, dotar de recursos, trabajar en la armonización y agilización de los procesos de autorización de los estudios y destacar las ventajas que tiene la sociedad latinoamericana en este campo científico.
Entre las fortalezas identificadas para América Latina cuentan su ubicación geográfica, próximo a la región con mayor porcentaje de compañías innovadoras y que lidera la realización de estudios clínicos (USA). El tamaño y diversidad de su población y los sistemas y profesionales sanitarios son otros aspectos valorados por los participantes en este estudio. Asimismo, muchos países de la región han puesto en marcha mejoras en los sistemas regulatorios de la investigación clínica, para tratar de mejorar su competitividad.
Metodología del estudio
El análisis incluye la actividad de investigación clínica en diez países de la región: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú y República Dominicana, de manera que sus resultados permitieran extraer conclusiones válidas para la región.
Recoge la opinión de miembros de la industria farmacéutica y las Organizaciones de Investigación por Contrato (CRO), representantes de las asociaciones locales de estas compañías y promotores 7o patrocinadores públicos de ensayos clínicos, entre otros, a cuyos resultados se incorporó un análisis cuantitativo del desempeño en investigación clínica en estos países, con el fin de poner en contexto las conclusiones extraídas. El informe estuvo a cargo de la consultora CIDI Salud.
Fuente. Fedefarma y Fifarma