Comprender las diferencias entre estas condiciones permite evitar diagnósticos erróneos, restricciones innecesarias y adoptar una alimentación más segura y adecuada a cada necesidad.
En una sociedad, donde los productos lácteos son parte esencial de la alimentación diaria, muchas personas experimentan molestias tras su consumo sin comprender del todo su causa.
En este contexto, el experto en nutrición de Dos Pinos, Francisco Herrera, hace un llamado a la población a reconocer y diferenciar tres condiciones clave: la intolerancia a la lactosa, la sensibilidad a la proteína A1 y la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV).
“Identificar correctamente estas condiciones es clave para mantener una alimentación segura y equilibrada. Con frecuencia las personas eliminan por completo los lácteos sin una razón médica real, cuando en realidad existen alternativas especializadas que les permiten seguir disfrutando de sus beneficios nutricionales sin afectar su salud”, afirma.
Intolerancia a la lactosa: una condición común y manejable
La intolerancia a la lactosa es una condición muy común que afecta a cerca del 70% de los adultos en el mundo. Se da cuando el cuerpo no produce suficiente lactasa, una enzima que ayuda a digerir el azúcar natural de la leche. Esto puede provocar síntomas como gases, hinchazón, cólicos, náuseas y diarrea.
“La intolerancia a la lactosa no significa renunciar por completo a los lácteos. Hoy existen opciones adaptadas que conservan sus nutrientes y resultan más fáciles de digerir, como las leches deslactosadas, que además adquieren un sabor naturalmente más dulce al eliminar la lactosa” explicó Herrera.
Este tipo de innovaciones responde a una tendencia creciente por alimentos más funcionales y accesibles para personas con distintas condiciones. La industria láctea, ante ese cambio en el perfil del consumidor, ha tenido que adaptarse sin sacrificar la calidad ni los beneficios nutricionales que caracterizan a sus productos tradicionales.
Alternativas lácteas para mejorar la digestión: lo que hay que saber
Aunque suele hablarse de la intolerancia a la lactosa como el principal motivo de molestias al consumir leche, existen otras condiciones menos conocidas que también pueden afectar la digestión, como la sensibilidad a la proteína A1 presente en ciertos tipos de leche de vaca.
Este tipo de sensibilidad no implica una reacción inmunológica como ocurre en las alergias, pero puede generar síntomas como distensión abdominal, gases o malestar digestivo. Ante este escenario, una opción es el consumo de leche con proteína A2, proveniente de vacas que naturalmente no producen la variante A1. Este tipo de leche ha ganado terreno en países como Australia y Nueva Zelanda, y también está disponible en el mercado costarricense.
Por otra parte, es importante diferenciar entre sensibilidad y alergia a la proteína de la leche de vaca, una condición más seria y frecuente en la infancia, que sí involucra una respuesta inmunológica y puede provocar síntomas que van desde urticaria hasta anafilaxia. En estos casos, la recomendación médica es estricta: evitar por completo los productos lácteos.
En Costa Rica, la oferta de lácteos adaptados ha crecido significativamente, con opciones como leches deslactosadas, productos con proteína A2 y quesos bajos en lactosa. Estas alternativas permiten a las personas con intolerancia o sensibilidad mantener una alimentación equilibrada, sin comprometer el sabor ni los aportes nutricionales. Dos Pinos forma parte de esta evolución, desarrollando soluciones concretas para distintos perfiles de consumo.
“Cuando entendemos las necesidades reales de las personas, la nutrición deja de ser solo ciencia y se convierte en bienestar cotidiano. Nuestro trabajo es dar respuestas concretas, sin complicaciones, que permitan a cada persona seguir disfrutando de lo que le hace bien”, concluye Herrera.
Este tipo de iniciativas responde a una forma de gestión basada en la cercanía, el respeto a las diferencias y el compromiso con el bienestar colectivo. Así es Dos Pinos: una cooperativa que evoluciona, escucha y trabaja con rigor para ofrecer soluciones que se adapten a las necesidades reales de las personas. Así somos: siempre con algo mejor.
Fuente. Dos Pinos