En los últimos años la innovación ha evolucionado, sobre todo en el tratamiento de enfermedades como la leucemia linfocítica aguda (LLA).
El cáncer infantil genera grandes impactos no sólo en lo económico, sino en lo social y emocional. En América Latina y el Caribe se estima que, anualmente, alrededor de 30,000 niños, niñas y adolescentes menores de 19 años resultarán afectados por esta enfermedad.
Según expertos la mayoría de los cánceres pediátricos en el mundo son curables. Sin embargo, la alta tasa de mortalidad en países de bajos y medianos ingresos se debe a la falta de información y diagnóstico temprano.
Estos siguen siendo los principales desafíos que enfrentan los países de América Latina y el Caribe para abordar el cáncer. Esta situación se refleja en países como Guatemala, donde actualmente se diagnostican alrededor de 628 casos nuevos de cáncer en niños cada año, siendo el más común la leucemia linfoblástica aguda (LLA) con el 27.9% del total.
Relevancia de la detección temprana
“Cuando se recibe un diagnóstico de LLA en un niño es el principio del camino por recorrer. La detección temprana acompañada de un tratamiento efectivo aumenta las probabilidades de sobrevida de los niños que padecen esta enfermedad y les mejora su calidad de vida”, asegura la doctora Flor de María Guzmán, Gerente Médica para el área terapéutica de hematología de Asofarma Centroamérica & Caribe
La LLA infantil es un cáncer en el que la médula ósea produce demasiados linfocitos inmaduros, afectando los glóbulos blancos, los glóbulos rojos y las plaquetas sanas; produciendo infecciones, anemia y sangrados fáciles.
Los especialistas recomiendan consultar a su médico ante la presencia de posibles signos o síntomas relacionados con la enfermedad tales como sensación de cansancio, debilidad, mareo o aturdimiento, dificultad para respirar, piel pálida, infecciones que no desaparecen o que son recurrentes, moretones en la piel, sangrados nasales o de encías.
El diagnóstico temprano de la LLA, o de cualquier otro tipo de cáncer infantil, significa un avance importante en el camino por enfrentar la enfermedad y un incremento en las posibilidades de curación del infante.
Sin embargo, la realidad es que 8 de cada 10 niños con cáncer viven en países de ingresos bajos y medios. El escenario actual en estos países muestra que uno de cada 2 niños afectados por esta enfermedad no ha recibido un diagnóstico y tratamiento oportuno; y, por lo tanto, las tasas de curación son de tan solo el 20%.
“Para los pacientes con LLA, la quimioterapia es el tratamiento estándar inicial para tratar la enfermedad, cuyo objetivo es interrumpir la formación de células cancerosas. Posterior a la aplicación de este tratamiento puede darse dos escenarios: uno donde el paciente le va muy bien y tiene respuestas completas del 85%, y otro en el que el paciente va a requerir un trasplante de médula”, explica segura la doctora Guzmán.
La innovación es clave para aumentar las tasas de curación en pacientes pediátricos con cáncer
Guatemala se abre el camino para alternativas más eficaces y menos tóxicas que la quimioterapia. Con la evolución en la innovación de terapias dirigidas para identificar y atacar células cancerígenas específicas en pacientes de riesgo intermedio y alto, se puede cambiar la historia de los niños con cáncer al prolongar la recaída del paciente, mejorar su calidad de vida y tener mejores resultados ante una enfermedad tan nefasta como la LLA.
Las autoridades de salud del país tienen la oportunidad de ofrecer estos tratamientos, que buscan proporcionar un mejor manejo de la enfermedad a los pacientes.
Fuente. ASOFARMA